El periodista Ramon Rovira abandonará la máxima responsabilidad en la comunicación y las relaciones institucionales de Banc Sabadell en breve. Los movimientos, que todavía no han trascendido en el seno de la propia organización, se han precipitado en las últimas semanas, cuando el presidente del banco ha decidido prescindir de sus servicios de manera ordenada.
¿La razón? Rovira cultivaba con su gestión una posición política muy distinta de la que defiende la entidad financiera y que la ha llevado a adoptar, entre otras medidas, el traslado de su sede social fuera de Cataluña.
La mayor parte de la carrera profesional de Rovira antes de incorporarse como subdirector general, aupado por el abogado secretario del consejo, Miquel Roca, se había producido en Televisión de Cataluña (TV3), en diferentes secciones y destinos.
Con anterioridad, el profesional de la información había trabajado, junto a Carles Puigdemont, como le gusta recordar, en la redacción central del diario El Punt (hoy El Punt-Avui), en Girona.
Problemas fuera de Cataluña
Sin embargo, ni las posiciones personales ni las apuestas mediáticas de Rovira, más basadas en su activismo nacionalista que en las necesidades del banco, han gustado a su presidente. Oliu y sus colaboradores más directos se han visto obligados en los últimos tiempos a acercar distancias con medios de comunicación, con los que Rovira mantenía contenciosos prolongados en el tiempo y derivados de sus líneas editoriales críticas con el nacionalismo.
Sus principales problemas de relación se producían con medios madrileños o de fuera de Cataluña. De manera reciente, incluso, el propio máximo responsable del grupo bancario ordenó la retirada del patrocinio que figuraba en uno de los digitales que más ha agitado la bandera independentista al darse cuenta de lo destacada que era la presencia del banco allí.
¿Financiación de la ANC y Òmnium?
Al aflorar esos contenciosos, Oliu recabó información que le ha llevado a prescindir de los servicios de Rovira como miembro del staff del Sabadell. El presidente ha recibido, incluso, informes oficiales que vincularían a Rovira con la asesoría y la financiación en la sombra de la ANC y Òmnium, las dos plataformas que han estimulado el independentismo y sus movilizaciones en los últimos años. Resulten exactos o no los citados datos, la desconfianza entre el presidente y su hombre de confianza en materia de comunicación se ha agigantado y la salida discreta y ordenada del periodista será el resultado final de tal desencuentro.
En la nueva etapa, Rovira estudia con Oliu llevar a cabo una asesoría externa para la entidad o bien incorporarse a un medio de perfil independentista, según ha podido saber Crónica Global. Pero esa solución, no obstante, está pendiente de que se conozca cuál será el resultado de las elecciones del 21D, ya que si el independentismo resultara desalojado del Gobierno de la Generalitat la contribución de Rovira podría ser más perjudicial que beneficiosa para la entidad, según explican fuentes del consejo.
De la misma manera, su paso a la prensa privada dependerá de si ésta mantiene los niveles de subvenciones públicas y publicidad institucional de los últimos años.