El vicepresidente ejecutivo de ANFAC, la patronal de fabricantes de automóviles, Mario Armero, ha dado un mensaje esperanzador pero pesimista en el corto plazo del sector en el 32 encuentro de la automoción que se celebra desde este martes en IESE. De entrada, ha reconocido que la producción del país no llegará de nuevo a los tres millones de unidades tal y como se preveía en el Plan 3 Millones presentado en 2012. Se quedará en torno a los 2,8 millones.
Primero, por los efectos negativos en el sector del conflicto político catalán. “Es obvio y evidente” el diferencial en el crecimiento de las ventas en el conjunto de España y Cataluña, ha declarado a los medios al finalizar su conferencia.
Recuperar la confianza del consumidor
Las matriculaciones crecieron el 11% en octubre en todo el país mientras que en Cataluña sólo avanzaron el 1%, una tónica que se ha mantenido en los primeros días de noviembre.
Con todo, el líder de Anfac asegura que la situación se puede revertir si los consumidores recuperan la confianza. Ha recordado que las ventas en Cataluña siempre han sido más dinámicas que en el resto del país, una tendencia que estima que se recuperará cuando se supere el escenario de inseguridad actual.
Descenso de las exportaciones
El frenazo también se explica por las dificultades que pasan los principales mercados en los que exporta la industria española. En Reino Unido las adquisiciones han caído el 4,6% en lo que va de año; Turquía presenta un descenso de las exportaciones del sector del 22,4% en los nueve primeros meses; y el mercado de la automoción alemán se ha ralentizado.
A todo ello se le suman las “modificaciones técnicas para comenzar la fabricación de cinco nuevos modelos de vehículos” de varias de las marcas con centros productivos en el país. Trabajos que, en algunos casos, han implicado el cese completo de la producción.
Una buena noticia para la industria española pero que han impedido que se cumplieran las proyecciones de Anfac.
Transición ordenada hacia otro modelo
Por otro lado, la patronal de los fabricantes incide en la necesidad de ejecutar una transición ordenada y rentable hacia un nuevo modelo de movilidad. “Una transición que debemos saber gestionar para que sea rentable en empleos, en fábricas y en medioambiente”, ha explicado al auditorio.
Pone el acento en la necesidad de ejecutar una verdadera política industrial que marque el ritmo de este cambio para evitar que se realice sólo con el “alineamiento de los mercados”. Apuesta por una “fiscalidad más verde” que “reunifique impuestos y que esté enfocada al uso, no a la compra del automóvil”.
Esta nueva movilidad también afecta al vehículo particular. La irrupción del coche compartido, el carsharing, que en Madrid está “más avanzado que en Barcelona”.
Petición de nuevas ayudas públicas
Anfac asegura que España cerrará el ejercicio con algo más de 1,22 millones de turismos matriculados. Un incremento del 7% respecto al ejercicio anterior. Su vicepresidente advierte de que el canal de particulares se comporta “peor que el conjunto del mercado, con un crecimiento de tan sólo el 3%”, una reclamación entre líneas de nuevas ayudas públicas para fomentar la adquisición de vehículos.
Para 2018, la previsión de matriculaciones de turismos es el 4% superior al del cierre de 2017. Eso sí, siempre y cuando “la situación económica no se resienta”.