CCOO de Cataluña ha presentado este lunes un nuevo informe en que reclama un incremento de los salarios para hacer frente a la precariedad del mercado laboral, una de las constantes que se mantienen desde el inicio de la crisis.
Más allá de esta reivindicación, el documento ejemplifica la voluntad de la organización de recuperar su esencia y pasar página a la paralización que ha vivido de cara a la galería este octubre por la actualidad política desde la celebración del 1-O, con la proclamación de la declaración unilateral de independencia (DUI) y la entrada en vigor del artículo 155, dos hechos que el sindicato rechaza.
“Salarios precarios llevan a sistemas del bienestar precarios”, ha manifestado la economista del secretariado de Trabajo y Economía de CCOO de Cataluña, Gina Argemí, en rueda de prensa. El responsable de este ámbito del sindicato, Ricard Bellera, ha detallado las cifras de la precariedad denunciada, extraídas básicamente de los últimos datos de la EPA.
Baja el salario medio
Denuncia que por primera vez en 10 años el salario medio en Cataluña ha bajado “con una pérdida de 51,75 euros mensuales”. Supone un descenso del 2,6% que, si se le suma la tendencia alcista de la inflación, eleva la pérdida de las retribuciones en el 2,7%.
Otros datos que CCOO de Cataluña pone sobre la mesa es que el 76,5% de los trabajadores a tiempo parcial (328.000 personas) cobraron menos de 1.000 euros limpios de salario a tiempo completo; que casi el 51% de los que tenían un contrato temporal contaban con un salario medio de 1.299 euros en bruto; y que el salario medio de los que tienen educación primaria era de 1.383,7 euros brutos por 2.380,4 euros de los titulados superiores.
Brecha de género cada vez mayor
La brecha de género es cada vez mayor. Se mantiene prácticamente en el 25%, con un salario medio de 27.514,06 euros en el caso de los hombres y de 20.946,56 euros por las mujeres.
Por todo ello, el sindicato exige de nuevo que se reviertan las reformas laborales de 2010 y 2012; que se refuerce la negociación colectiva; que el salario mínimo interprofesional suba hasta los 1.000 euros; se mejora la relación entre la escuela y el mercado laboral en un paso con condiciones dignas; y que se pongan en marcha políticas con dotaciones presupuestarias para los paros de larga durada, que ponga el acento en los jóvenes y que garantice el desarrollo de la renta garantizada de ciudadanía.