La multinacional de traducciones Transperfect ha perdido en las últimas semanas casi la totalidad de su talento directivo. El área de tecnología de la empresa, uno de los pilares fundamentales de la empresa, ha sido la más afectada. Concretamente, la compañía ha dejado escapar a los directores globales de Tecnología e Información, a dos vicepresidentes séniors y a dos vicepresidentes del área de tecnología.
La gestión controvertida del administrador judicial Robert Pincus al frente de la compañía para favorecer la venta de la misma y las declaraciones de la fundadora, Liz Elting, han sido los detonantes de esta situación.
Los directivos afean la presión de Pincus y su equipo del bufete Skadden por hacerse de manera controvertida con información tecnológica interna de alto valor. Mark Hagerty, ex director de tecnología de la compañía, ha recibido "amenazas" por parte de Pincus para obtener una copia del código fuente de Wordfast, software fundamental para el funcionamiento de la compañía pero no incluido en la venta forzosa decretada por el juez Bouchard. La inclusión de este programa en la venta aumentaría sustancialmente el precio de la operación.
Personal "de bajo rendimiento"
En lo que respecta a la ausencia de respeto interno, Liz Elting ha afirmado públicamente que la salida de muchos de estos directivos representa una noticia "positiva para Transperfect" pues los considera desde hace años como personal "de bajo rendimiento". Muchos de ellos han visto también cómo sus primas han ido en aumento y sus beneficios de jubilación han caído como resultado de los costes incurridos por el equipo de consultores para forzar la venta de la compañía.
Xavier Fort, vicepresidente sénior del área internacional de tecnología ubicado en el centro operativo de la compañía en Barcelona y uno de los últimos en abandonar la compañía, ha comentado que las decisiones y políticas internas recientes "han incomodado a empleados y directivos, y muchos de ellos ya han dimitido". Fort también ha criticado la postura de Liz Elting ya que considera que esta habría "presionado" a algunos empleados.
Venta inminente
En este punto la venta de la compañía es casi inminente según fuentes cercanas a la negociación. Las 500 personas que trabajan en el centro operativo de Transperfect en Barcelona viven con inquietud la situación pues sus puestos de trabajo están en riesgo si la compañía es adquirida finalmente por un fondo de capital privado.
Transperfect es uno de los referentes en traducción a nivel mundial y facturó más de 550 millones de dólares en 2016. Tiene su sede en Nueva York, y Barcelona es su segundo centro operativo a nivel mundial con una plantilla que observa con incertidumbre el desenlace del proceso.