La Unión Europea ha revisado al alza su previsión de crecimiento para España. En el contexto político actual, sin embargo, avisa de los riesgos que puede suponer la situación en Cataluña en el futuro. Este 2017, el PIB aumentará el 3,1%, frente al 2,8% que había estimado anteriormente.
El pronóstico se alinea de esta forma con los cálculos del Gobierno, aunque son más optimistas los de Bruselas de cara a 2018. Para el año que viene, la UE cree que el crecimiento de la economía española se moderará hasta el 2,5% –una décima más que la previsión anterior–, mientras que el Ejecutivo considera que el conflicto catalán tendrá un impacto de 5.000 millones de euros y rebajará el crecimiento al 2,3%.
De momento, según la Comisión Europea, las reacciones de los mercados a la situación en Cataluña son “contenidas”. El Ejecutivo europeo no descarta, sin embargo, que “futuros acontecimientos puedan tener un impacto sobre el crecimiento”, aunque todavía no se puede anticipar cuál será el impacto concreto.
Impacto "limitado"
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, ha asegurado que el impacto económico de la crisis catalana es "limitado" e "incluso insignificante", por lo que no se ha tenido en cuenta en las proyecciones para finales de año, 2018 y 2019.
La Comisión Europea ha evitado especular sobre la evolución política del conflicto y sus posibles consecuencias. "Hasta ahora, las reacciones de los mercados han sido limitadas", ha añadido Moscovici.
Menor creación de empleo
El principal motor de la economía estos últimos meses ha sido la demanda doméstica. La UE avisa que la expansión del PIB se frenará hasta el 2,1% en 2019. Esto estará provocado por una menor creación de empleo, principalmente, que ralentizará el consumo privado. Sin embargo, el pronóstico comunitario es que la tasa de desempleo se reduzca hasta el 17,4% este año, el 15,6% en 2018 y al 14,3% un año después.
Las previsiones sobre el déficit bajan. Este año, lo hará hasta el 3,1%, de forma que se cumpliría con el objetivo marcado por Bruselas. En 2018, el descenso sería hasta el 2,4%. En este caso, el objetivo es del 2,2%, por lo que España se quedaría dos décimas por encima. Un año después, el déficit continuaría cayendo hasta el 1,7%.