La Audiencia de Girona ha condenado al BBVA a devolver a un vecino de Figueres todo el dinero que ha pagado este banco por un piso que compró sobre plano pero que no terminó de construirse.

La vivienda era uno de los diez pisos de un edificio de la avenida Salvador Dalí de Figueres. Con estallido de la crisis, el promotor se declaró en quiebra y dejó colgadas a nueve personas que habían pagado un anticipo.

La obra se abandonó sin terminar y los futuros inquilinos se quedaron sin piso y sin el dinero que habían adelantado. Uno de ellos, incluso, formalizó la compra y pidió un crédito de 175.000 euros para poder adquirir la vivienda en la misma Caixa Terrasa, que financiaba la obra.

Pagando durante 10 años

Durante 10 años ha estado pagando las cuotas mensuales de esta hipoteca. Este vecino es el que denunció a la entidad financiera y el que después de seis años luchando en los juzgados, ha conseguido que la justicia le dé la razón con una sentencia que ya es firme.

“El director del banco estaba compinchado con el promotor y cuando iba al banco para intentar encontrar una solución me cerraba las puertas en las narices. Por ese entonces, yo era un novato que acababa de terminar la carrera de derecho y todo esto ha sido un auténtico máster”, explica el usuario David García en una entrevista con la Cadena SER.

La pesadilla del demandante, que efectivamente es abogado, comenzó hace más de una década. En marzo de 2007 concretó ante notario la compra de este piso con el promotor El Serrat de Portugal y el director de Caixa Terrassa en Figueres. La obra estaba pendiente de ejecución y estaba financiada --y, por tanto, supuestamente avalada-- por la caja, que posteriormente sería absorbida por BBVA.

Insolvencia

El promotor se declaró insolvente y la caja se quedó el edificio pero se negó a terminar la construcción. El demandante se quedó sin casa pero tenía que pagar religiosamente cada mes las cuotas del crédito al mismo banco que se negaba a finalizar la obra. El resto de compradores renunciaron a los anticipos que habían pagado al promotor, dando el dinero por perdido, pero él estaba atado de pies y de manos. Los responsables de la entidad financiera nunca se quisieron reunir con los afectados.

Pero la cosa no ha terminado aquí. Con esta rendija abierta, cuatro de las personas que pagaron el anticipo al promotor y lo habían dado por perdido ahora también se han animado a denunciar el BBVA para recuperar el dinero. Y tienen muchas posibilidades de conseguirlo. Y la querella penal contra este banco y contra el antiguo director de la sucursal en Figueres sigue su curso. Una nueva condena puede acarrear penas de prisión.