El boicot a los productos de procedencia catalana ha propiciado este viernes que los trabajadores de Nestlé hayan remitido un comunicado en el que piden su cese. A través de la sección sindical de UGT muestran su “inquietud” por las consecuencias laborales que puede tener las reacciones extremistas a la crisis política.
Indican que son conscientes de la llamada a dejar de adquirir productos que se fabrican en Cataluña a través de las redes sociales. Señalan que “miles de puestos de trabajo” en toda España dependen de la buena marcha de la multinacional suiza, cuya producción tiene impacto más allá de Cataluña.
Responsabilidad de los consumidores
“Pedimos responsabilidad y el cese de cualquier forma de boicot o promoción del mismo que ponga en riesgo la normal comercialización de productos Nestlé”, indican en el comunicado. “Detrás de la marca hay miles de puestos de trabajo que no deben ponerse en riesgo y con los cuales se contribuye al bienestar de muchas familias a lo largo y ancho del territorio nacional”.
Nestlé tiene su sede central en Esplugues del Llobregat (Barcelona) y ha decidido no sumarse a la fuga de empresas que han decidido llevar el domicilio social y en algunas ocasiones fiscal en oficinas fuera de la comunidad. En el caso de la multinacional suiza hubiera sido fácil, ya que su presencia en el resto del país es destacado.
Ubicación de los centros de trabajo
Cuenta con centros de producción en Pontecesures (Pontevedra), Gijón y Sevares (Asturias), La Penilla (Cantabria), Araia (Álava), Girona, Viladrau (Girona), Castellbisbal (Barcelona), Reus (Tarragona), Miajadas (Cáceres) y Herrera del Duque (Badajoz).
Emplea a 5.350 personas de forma directa. El indirecto incluye también la red de proveedores y distribuidores, con empresas de todo el país.