La agencia Moody's mantiene el ráting de Cataluña en 'Ba3' con perspectiva negativa ante la incertidumbre que genera la aplicación del artículo 155, que supone la intervención de la comunidad.
Para Moody's, la aplicación del 155 compensa los crecientes riesgos que conlleva el desafío secesionista y, en particular, el clima empresarial "en rápido deterioro" en la región por la fuga de empresas.
Aspectos positivos del 155
La agencia estadounidense saluda el control que supone la intervención del Gobierno, y menciona como aspectos positivos la previsión de que continúe el mantenimiento del Fondo de Liquidez Autonómico, FLA (el Ejecutivo aprobó 1,97 mil millones de euros para cubrir las necesidades de financiación de la región para el último trimestre del año) y la garantía del pago a los acreedores, proveedores y funcionarios.
En la misma línea, cree que la inestabilidad política afectará negativamente a la economía de la región, en particular a las inversiones extranjeras y el sector turístico, y agregará presión a las ya débiles finanzas de la región. Recuerda, en este sentido, la decisión de 1.500 empresas de trasladar su sede fuera de la región.
“Rápido deterioro”
Para Moody's, el entorno económico "en rápido deterioro" de la región previsto en el cuarto trimestre de 2017 y en 2018 "pondrá en peligro la recuperación financiera de Cataluña". Así, la agencia de calificación crediticia mantiene la perspectiva negativa ante las "incertidumbres políticas" por el posible resultado en la convocatoria de elecciones autonómicas el próximo 21 de diciembre, y los posibles efectos de la aplicación del artículo 155.
Según señala, dadas las perspectivas negativas de la situación política en Cataluña, es improbable que mejore la calificación de la región en los próximos 12 a 18 meses.