El laboratorio Dermofarm, fabricante de los productos dermoestéticos Sensilis, potencia su crecimiento en el extranjero. En los últimos cinco años, la compañía con sede en Rubí (Barcelona) ha abierto filiales en Alemania, Francia y Portugal. También ha llegado a acuerdos comerciales en Noruega, Emiratos Árabes Unidos y China.

Dermofarm es propiedad del grupo Ganassini, con negocios en el mismo sector. El grupo italiano adquirió la compañía en dos fases en 2009: primero tomó un 70% a dos familias francesas, y seis meses después compró el resto a la familia Bellmunt. Desde entonces, Dermofarm no ha parado de crecer.

Sensilis, la joya de la corona

La compañía catalana quiere convertir los productos dermoestéticos Sensilis en la bandera de su crecimiento internacional. La marca, que se distribuye únicamente en farmacias, se ubica en el segmento premium y se dirige a mujeres de más de 30 años. La compañía ha contratado a la actriz Paz Vega como imagen de producto.

El principal objetivo de la compañía es su internacionalización. Dermofarm quiere que el 25% de sus ingresos provengan de fuera de España. “Nuestra prioridad es concentrarnos en países donde el canal de distribución de farmacias es similar al nuestro; es decir, el arco mediterráneo y el centro de Europa”, dijo.

Factura 49,5 millones

Las últimas cuentas de la compañía depositadas en el Registro Mercantil son las correspondientes al ejercicio 2015. La compañía cerró ese año con una facturación de 49,5 millones de euros, un ebitda de 2,5 millones y un resultado de 1,5 millones de euros.

Como recoge Expansión, el principal motor de ventas son los productos Rilastil-Cumlaude, especializados en dermatología y ginecología. Representan algo más del 41% de los ingresos de la compañía. Sensilis supone algo menos del 40% de las ventas. El resto de facturación lo completan productos de las marcas Comodynes, Ojosbel y Axovital.

Instalaciones

Las instalaciones de la compañía en Rubí (Barcelona) reúnen todos los departamentos: administración, producción y centro logístico. La compañía, inicialmente un fabricante de productos farmacéuticos, tiene unos estándares de calidad muy elevados para la industria dermoestética. La compañía cuenta con 270 empleados, de los que 120 se encuentran en este complejo. Hace tres años, Dermofarm invirtió alrededor de siete millones de euros para automatizar su almacén y su centro de distribución.