El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, ha confirmado este martes desde Valencia que el traslado de la sede social y fiscal de la entidad es de carácter definitivo. “Si el consejo administración quisiera decir que fuera temporal lo hubiera dicho. No fue así”, ha remarcado en la primera presentación de resultados trimestrales en la capital del Turia, en la antigua sede de Banco de Valencia.
“Las sedes sociales no tienen plazos de vigencia, están en un sitio o en otro”, ha manifestado tras dar a conocer las cifras de los nueve primeros meses de 2017, “el mejor año de Caixabank a pesar del escenario de tipos negativos”. Se han registrado unos beneficios de 1.488 millones de euros hasta septiembre, el 53,4% más que el mismo periodo del año anterior gracias a la consolidación del portugués BPI.
La cúpula de Caixabank se queda por ahora en Barcelona. El ejecutivo ha manifestado que la decisión del cambio de sede “supone que el consejo de administración, el máximo órgano de decisión del banco, se va a reunir de ordinario en Valencia”, donde se presentarán a partir de ahora todos los resultados “por un tema logístico”. También se organizará en esta ciudad la junta general de accionistas.
Fuga de depósitos “revertida”
Gortázar ha reconocido que a partir del 1-O “detectamos en nuestra clientela intranquilidad y nervios” que implicó una actividad especial de la red comercial para “volcarse en seguir la situación y explicar a nuestros clientes qué es Caixabank y su fortaleza”. Reconoce la fuga de depósitos que les llevó a tomar una “decisión exclusivamente técnica”, el cambio de sede social.
Pero declara que este “impacto negativo fue moderado” y se “estabilizó primero tras el traslado de la sede social y fue revertido después”. Con todo, ha declinado dar ninguna cifra. “La comparativa la debemos hacer a final de año”.
Avance de las cuentas espejo
En cuanto a la evolución de las llamadas cuentas espejo, el consejero delegado ha hecho una llamada a la “responsabilidad y tranquilidad”. “Yo tengo todo mi patrimonio financiero en mi cuenta de Caixabank de avenida Diagonal [de Barcelona] y no lo voy a trasladar a Valencia ni a Madrid”, ha confesado.
Explica que la evolución del proceso independentista catalán y sus posibles consecuencias en los depósitos que están en la entidad “no es un motivo que deba preocupar a nadie” porqué “están seguros en Cataluña y fuera de Cataluña”.
Con todo, reconoce que es una preocupación real que afecta a todo el sector y que desde el banco se dan “facilidades” a los clientes que prefieren aplicar una cuenta espejo a sus . Tampoco ha cuantificado las operativas que se han trasladado a oficinas de otras comunidades autónomas.