A Atlantia se le complica la oferta pública de adquisición (OPA) que lanzó en julio para quedarse con Abertis. La negativa del Gobierno central de que la gestora de infraestructuras pase a manos italianas se ha intensificado esta semana.
El Ministerio de Fomento había mostrado sus discrepancias con la operación pero sus movimientos para evitar la fusión han ido a más y se mueven en dos direcciones: intenta que llegue a buen puerto la contraopa que prepara ACS, que el consejo de administración del grupo dirigido por Florentino Pérez analizará mañana; y ha comunicado sin matices a los accionistas de referencia que está en contra de que Abertis sea italiana.
Valoración de los directivos
La viabilidad de la operación está en gran medida en sus manos. El próximo viernes es la fecha límite para que el consejo de administración de la cotizada emita su valoración sobre la operación de Atlantia. Su opinión será capital para su éxito ya que, de entrada, implicará saber si participará o no en la misma.
Por el momento existe una divergencia de opiniones en el órgano de gobierno de la compañía. Quedaron reflejadas el pasado 9 de octubre, cuando se aprobó por unanimidad, según informaron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el cambio de domicilio social de Barcelona a Madrid por la inseguridad jurídica del procés.
Divergencia de opiniones en el consejo
El debate ese día fue intenso y se espera mantener ahora otra discusión igualmente subida de tono aunque con un foco diferente. Esta vez se pondrá sobre el del futuro de la compañía. El principal impulsor de la fusión de Atlantia y Abertis es su presidente, Francisco Reynés, según fuentes cercanas a la compañía.
Tras conocer el interés que el gigante transalpino tenía en la compañía española tomó las riendas de la negociación con su homólogo italiano, Giovanni Castellucci. Se le atribuyen los méritos de haber conseguido que Atlantia reconozca la importancia de mantener dos sedes sociales y que dé continuidad a la mayoría de la cúpula de Abertis en el grupo resultante de la integración de ambos negocios. Incluso se conjetura con que se quedaría como director ejecutivo de esta firma.
Precio y centro de decisiones
Pero no todos los directivos que están en la órbita de Criteria, el accionista de referencia, opinan del mismo modo que Reynés. Entre las voces que enfrían la operación está la del director general de Criteria Caixa y miembro del consejo de administración de Abertis, Marcelino Armenter.
Más allá de la idoneidad de dar el visto bueno a una operación que implicaría trasladar el centro de decisiones a Roma, por mucho que se apueste sobre el papel por una gestión bicéfala, está la cuestión del precio. Atlantia valora los títulos por debajo de su cotización actual.
Ofrece 16,5 euros cuando los títulos cerraron la sesión bursátil de este lunes a 17,65 euros tras apuntarse una nueva revalorización del 1,03%. Una senda alcista que se desató desde el momento en que la italiana filtró la operación y que los analistas no esperan que se frene al corto plazo. Más, cuando hay más de un interesado en adquirir la gestora de infraestructuras ahora con sede en Madrid.