Saltó la noticia. Javier Monzón ha rechazado a última hora la presidencia de Prisa. El directivo, apoyado por Banco Santander y Telefónica —dos de los accionistas y acreedores principales del grupo—, declina la oferta por algunos detalles de la sucesión prevista por el todavía primer ejecutivo del conglomerado, Juan Luis Cebrián.
La decisión de Monzón desmonta el consejo de administración en el que se iba a aprobar una ampliación de capital de 500 millones siempre que fuera este directivo el nuevo presidente. De hecho Prisa comunicó el miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que estudiaría este viernes hechos relevantes, en relación a la ampliación de capital.
Presidente honorífico
Una ampliación apoyada por el Santander, Telefónica, Caixabank, HSBC y la familia Polanco, y necesaria para afrontar la amortización de los 1.548 millones de deuda que arrastra el grupo (956 millones vencen en un año).
La sucesión contaba en principio con el visto bueno de Cebrián, que pasaría a ser el presidente honorífico del holding.