Los propietarios de Cervezas Moritz pedirán por segundo año consecutivo a sus accionistas que se rasquen el bolsillo para compensar las pérdidas de la sociedad. Así consta en la convocatoria de la junta extraordinaria de accionistas que se celebrará el próximo 7 de noviembre en Barcelona.
El orden del día marca la ratificación de los cargos de presidente y secretario, y la “deliberación y, en su caso, aprobación de la realización de aportaciones por parte de los accionistas a la cuenta de fondos propios de la sociedad” con el único fin de “compensar pérdidas de la misma”.
Problemas por ser la cerveza independentista
La cervecera de la familia Roehrich tiene aún pendiente llevar al Registro Mercantil el cierre del ejercicio 2016. Lo suele presentar con bastante retraso; el pasado enero reconoció las cifras de 2015. En ese momento, cerró con unos números rojos de 3,76 millones de euros que consiguió rebajar hasta los 2,7 millones gracias a un crédito fiscal de 1,05 millones, tal y como avanzó Crónica Global.
El grupo no prevé superar las pérdidas hasta 2020. Aún le quedan tres años para acabar de desarrollar el plan estratégico que emprendió en 2015 para dejar atrás su imagen de cerveza independentista, la gran apuesta del que fuera su primer ejecutivo Albert Castellón, desvinculado desde hace años de la sociedad.
Reparto de dividendo en La Zaragozana
La petición de Jorge y Daniel Roehrich, los dos principales accionistas de la firma, al resto de propietarios contrasta con la decisión que se tomará el día anterior también en una junta general extraordinaria de accionistas de la casa madre de Cervezas Moritz, La Zaragozana.
En la junta de accionistas que se celebrará en Zaragoza se aprobará, si así lo deciden sus propietarios, la “distribución de dividendos extraordinarios” con cargo a las reservas de libre disposición.