El consejero delegado de Banco Sabadell, Jaume Guardiola, ha afirmado, en relación a una hipotética salida de Cataluña del Estado español y su efecto en el sector financiero y empresarial, que se está asistiendo a la preparación de "planes de contingencia" como serían los cambios de domicilios sociales, pero no percibe que se estén produciendo "movimientos de forma efectiva".
El directivo, que ha participado este miércoles en Bilbao en el Foro Liderazgo Empresarial, ha dicho comprender que la situación actual en Cataluña "provoca nervios y mucha preocupación" y, por ese motivo, los agentes económicos quizás "puedan prepararse para esa situación" pero, "como todavía no sabemos qué va a pasar, cuesta ver que haya todavía toma de decisiones".
Los estatutos
Para Guardiola, en el caso de que en el referéndum del 1-O gane el sí a la independencia y ese proceso acabara en una separación de España, desde su punto de vista, "al final se está hablando de cambios de domicilio". Los estatutos del Banco Sabadell establecen que el cambio del domicilio de su sede social puede ser decidido por el consejo de administración, sin necesidad de convocar la junta de accionistas.
En caso de que Cataluña se separara de España, el Sabadell, que como Caixabank tiene su sede en Barcelona, la cambiará a una ciudad del territorio español para seguir bajo la regulación y el paraguas del BCE y de la Unión Europea.
Cambios nominales, no de personal
Guardiola se ha pronunciado de esta forma, al término de su intervención y a preguntas de los invitados, entre los que se encontraban representantes del ámbito institucional, político, económico y empresarial.
El consejero delegado de Banco Sabadell ha considerado que "básicamente, se trataría de esto", aunque otra cuestión es que "esos cambios de domicilio serían solo "nominales" y no supondrían "mover a la gente porque, al final, hay unas inversiones hechas y un entorno que ha propiciado que se hayan hecho esas inversiones", ha puntualizado.
Todas las entidades son iguales
Con relación a los efectos y consecuencias que podría acarrear a las entidades financieras catalanas una hipotética salida, el directivo del Sabadell ha recordado que "están dentro del sistema tan reguladas como cualquiera y no existe en ese sentido ningún elemento diferencial".
Tampoco cree, ha proseguido, que "el mercado esté haciendo una diferenciación entre entidades catalanas y no catalanas porque esa diferenciación no existe. Ni desde el punto de vista regulatorio ni desde el punto de vista jurídico, no hay ningún elemento para pensar que se puedan diferenciar", ha remarcado.
Preguntado por cómo afectaría a los bancos que operan en la comunidad autónoma, una vez fuera de España, la deuda del 110% del PIB que tiene la comunidad autónoma catalana, ha afirmado que resulta "absurdo hacer este tipo de hipótesis porque cualquier negocio se adaptaría a cualquier situación que se produjera. Es muy difícil establecer una correlación entre la deuda de una comunidad autónoma y cualquier agente económico”.