Bajo secreto y desde primera hora de este miércoles, la Guardia Civil ha detonado en Mallorca una macroperación dirigida a hacer frente a casos de fraude derivado de las falsas intoxicaciones denunciadas por cientos de turistas británicos en los últimos años tras su paso por los hoteles de las principales zonas turísticas españolas y especialmente de Baleares, donde esta actividad delictiva se ha visto incrementada en un 700 por ciento y ha acarreado un perjuicio de hasta 50 millones de euros para los establecimientos hoteleros.
Ante la magnitud alcanzada por esta problemática, el Instituto Armado ha decidido poner coto al entramado y numerosos agentes han procedido al registro de domicilios, empresas y despachos de abogados que habrían colaborado en los hechos, según han señalado a Crónica Global fuentes próximas a la investigación, que explican que también han sido detenidas varias personas por su papel en esta red criminal.
Registros en Palma y Calvià
Los efectivos de la Guardia Civil han centrado sus actuaciones en los núcleos de Palma y Calvià, más en concreto en las zonas de Bendinat y Portals Nous. Allí se han encargado de recabar cuantiosa documentación que deberán analizar para determinar el alcance de la trama, después de que varias cadenas hoteleras mallorquinas hayan denunciado en los últimos meses haber sido víctimas de un fenómeno de desmesuradas proporciones.
Tal es el caso de Mac Hotels, cuyos establecimientos se reparten entre la capital balear, Alcúdia y Benalmádena (Málaga). Entre todos ellos han recibido más de un millar de reclamaciones fraudulentas. Después de que la empresa pusiera los hechos en conocimiento de la Policía Nacional tras acumular numerosas grabaciones efectuadas por detectives, la Unidad de Delincuencia Económica inició en diciembre de 2016 sus propias investigaciones y, tras seis meses de diligencias, determinó la supuesta comisión de delitos de asociación ilícita y estafa. Ahora, las pesquisas se encuentran en manos de los juzgados.
Mientras tanto, el pasado mes de junio dos británicos fueron arrestados en Mallorca por captar a numerosos veraneantes para instarles a que denunciasen que habían sido intoxicados y, de este modo, percibir importantes indemnizaciones.
El papel de las 'claim farmers'
Se trata de una práctica habitual en Reino Unido, donde juegan un papel fundamental los captadores de reclamaciones (claim farmers), quienes se dedican a recabar quejas para después trasladarlas a despachos de abogados que, de inmediato, les pagan una comisión. Estas empresas llevan cerca de 20 años operando en Reino Unido y son muy activas en su actividad de captación en redes sociales.
Esta figura se especializó inicialmente en reclamaciones por accidentes en las vías públicas, y posteriormente amplió su actividad a nuevas áreas de negocio, como los accidentes de tráfico, la venta de productos financieros durante la crisis, los vuelos retrasados y, más recientemente, las reclamaciones de los turistas contra los touroperadores. La mayoría de estas compañías se encuentran radicadas en el norte de Inglaterra, al igual que los bufetes de abogados asociados.
Cierre de una de las empresas vinculadas con la trama
Por su parte, el Gobierno británico también ha decidido poner freno a esta actividad, que en Gran Bretaña ha aumentado un 500% desde 2013. Es más, no se tiene constancia de este entramado en otros países europeos, lo que ha incrementado sus sospechas sobre el timo de las reclamaciones. La medida más reciente ha sido la suspensión de actividad de una de las mercantiles dedicadas a la estafa o empresas de gestión de siniestros (claims management companies, CMC en sus siglas en inglés).
Se trata de Allsure Ltd., que animaba a los viajeros a emular los síntomas propios de una enfermedad gástrica para ser recompensados económicamente, además de exagerar las posibles indemnizaciones para atraer a más consumidores.