Topshop tira la toalla en España. La firma británica da un paso atrás en el país y anuncia el cierre de su único establecimiento propio, ubicado en el centro de Barcelona, por la dificultad que suponía revertir las pérdidas de 2016. Además, durante año la cifra de ventas de la filial han estado muy por debajo de la media del grupo de moda.
Cerró 2016 con unas pérdidas de 400.456 euros frente a los 152.499 euros de beneficios del ejercicio anterior. La facturación bajó el 8,38% hasta los 6,01 millones.
Menos aceptación del público
La marca de Arcadia Group operaba en el país de la mano de otra compañía del sector, Glasak, con sede en Madrid. Sus gestores explicaron en 2016, tal y como publica Modaes, que la colección que se había puesto a la venta en Barcelona registró una aceptación “menor” a la prevista en este mercado.
En los últimos años había acumulado críticas de los consumidores por la diferencia de colecciones en España y en el resto de establecimientos de Topshop. Además, notaban la presión de Inditex incluso con la presencia de varias enseñas del gigante gallego en locales próximos al de los británicos en las inmediateces del Triangle, la zona en la que se habían instalado. Incluso en la rotación de prendas a la venta, un ritmo complejo de seguir por el modelo de comercialización de la filial.