Los malos resultados de Almirall se han traducido en un relevo en la dirección del laboratorio farmacéutico. El grupo de la familia Gallardo ha anunciado en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la salida de su principal ejecutivo el próximo 1 de octubre.
Eduardo Sanchiz “expresó su deseo de renunciar a su cargo”, indica en la nota aprobada por el consejo de administración, presidido por Jorge Gallardo. Ya se ha nombrado a un sucesor. Aterrizará en la compañía Peter Guenter, quien se despide de un laboratorio rival Sanofi. Ocupaba el cargo de vicepresidente ejecutivo desde hacía dos años, una responsabilidad que también le llevaba encargarse de las operaciones comerciales del gigante francés.
El consejero delegado de Almirall, Eduardo Sanchiz, en una imagen de archivo / EP
Recorte de dos dígitos en las previsiones
La cúpula de Almirall asegura que el relevo se produce en el marco del “plan de sucesión iniciado hace algo más de un año”. Con todo, fuentes cercanas al grupo indican que el recorte de dos dígitos en las previsiones de negocio en el ejercicio en curso que se aplicó a principios de julio ha pesado en la decisión.
No es el único relevo que, como mínimo, se ha acelerado, según los mismos interlocutores, tras reconocer que este año solo podrán llegar a los 170 millones de beneficio bruto (ebitda) en el mejor de los casos. Cifra que se queda lejos de los 227,6 millones conseguidos al cierre de 2016.
Ted White pasó el testigo a Ron Menezes en Aqua Pharmaceuticals, la filial de Estados Unidos especializada en el negocio dermatológico. La sociedad que ha contribuido de forma sustancial en el agujero en las cuentas.
Caída de la cotización
Almirall pagó caro en el parqué esta caída. Su valor en bolsa se ha rebajado el 1,19% hasta los 8,28 euros en los últimos tres meses, cifra que se mueve en el rango más bajo desde 2012. Los analistas consideran que los seis meses serán capitales para decidir el rumbo de la compañía e intentar recuperar la confianza de los inversores.
El mercado esperaba que se tomaran decisiones para cambiar el signo de un negocio farmacéutico en plena transformación, ya que la estética y la dermatología ganan importancia en la compañía. Los Gallardo han apostado por un relevo en la cúpula. Su eficacia, será monitorizada.