La seguridad de Eulen de El Prat ha decidido el jueves continuar con la huelga parcial que ha causado largas colas en el aeropuerto de Barcelona. Una asamblea de vigilantes ha votado contra la propuesta de la mediación de la Consejería de Trabajo, prolongando así el conflicto que ha taponado los arcos del hub aéreo desde el pasado 24 de julio.
Reunidos en un local de El Prat de Llobregat, el colectivo ha decidido redoblar la protesta mediante votación en urna secreta.
El escrutinio ha revelado que el personal exige un incremento salarial de 250 euros en 15 pagas, lejos del plus de 200 euros por 12 pagas que ofrecía el mediador de la Generalitat y que aceptaba Eulen.
La toma de posición significa, de hecho, continuar con los paros parciales del viernes y domingo, antes de arrancar con una huelga indefinida a partir del lunes 14 de agosto.
Ganan los duros
El cónclave celebrado en un local de El Prat de Llobregat ha arrojado un resultado muy claro: 89 vigilantes votaron por la propuesta de 250 euros por 15 pagas y otros 82 lo hicieron por una propuesta más suave, de 200 por 15 pagas.
Sólo dos depositaron su papeleta a favor por la propuesta de mediación de la Generalitat. Tres empleados votaron una cuarta propuesta intermedia: un plus salarial de 250 euros por doce pagas.
En total, han votado 176 trabajadores de los casi 400 empleados de los arcos de seguridad del segundo mayor aeropuerto español.
Reunión en Trabajo
Tras el contundente resultado de la asamblea, los vigilantes acudirán la tarde del jueves a la Dirección General de Relaciones Laborales del Gobierno catalán para firmar el acta --de no acuerdo-- con Eulen.
Se espera que la mañana del viernes recomiencen las negociaciones, con el cuarto día de paros parciales de una hora en los filtros de seguridad del aeropuerto de El Prat en marcha.
La protesta volverá a afectar otra operación salida de verano.
Quizá por ello, el clima de las conversaciones será mucho más volátil, con la amenaza de la militarización de los arcos de seguridad por parte de la Guardia Civil o de un laudo arbitral de obligado cumplimiento que zanje el conflicto de una vez por todas.