Renfe ha recortado el 30% de su personal de mantenimiento de Cercanías en Barcelona desde 1997. Los sindicatos de la operadora denunciaron el viernes una "sangría de empleo" en los talleres propios de Vilanova i la Geltrú, Can Tunis y Sant Andreu Comptal, donde se inspeccionan los convoyes de la red metropolitana.

La alerta sindical llegó el día en el que un tren de Renfe se encastó contra una topera en la Estación de Francia de Barcelona, dejando un total de 54 heridos, uno de ellos de carácter grave.

Según CGT, que subrayó que su denuncia no presupone la relación entre ambos hechos, la compañía que comanda Juan Alfaro ha apostado por vaciar los centros propios de mantenimiento y reparación.

El extremo no quiso ser comentado por la firma adscrita al Ministerio de Fomento, que contestó a los requerimientos de este medio.

Menos propios

Guarde o no vínculo con el accidente —las investigaciones de Renfe y los Mossos, en coordinación con el Juzgado de Instrucción número 11 de Barcelona lo determinarán—, lo cierto es que la empresa ha perdido 200 de los 480 empleados que tenía en sus talleres propios en dos décadas.

"El personal no se ha reemplazado en las tres bases citadas. Ello afecta a la calidad del mantenimiento, claro está", indicaron las mismas fuentes.

En paralelo a esta política, Renfe ha optado por externalizar parte de las inspecciones de los trenes a empresas participadas. Así, los talleres de Montcada Bifurcació, Cornellà y Mataró (Barcelona), que también utiliza Cercanías, han sido cedidos en gestión a Irvia (que controla Alstom al 51%) y Meltus (Siemens, también al 51%).

¿Han compensado estos centros de inspección al vaciado de las bases propias? "En parte. Se rigen por criterios economicistas y el control no es tan efectivo como cuando los partes de incidencias los gestionamos nosotros", han abundado las mismas fuentes.

División

De hecho, esta es otra de las críticas que se hacen desde el sector ferroviario. "Desde que se dividió Renfe en 2013, la relación entre Operadora-Mantenimiento es de la cliente-prestador. Contradice la tendencia de otros países, como Francia o Suiza, donde se ha unificado la operadora con su división de inspección", han denunciado directivos de la industria.

"El material rodante de la empresa no está anticuado. Con un buen mantenimiento, los convoyes pueden aguantar hasta 50 años. Y las series Civia, como la accidentada ayer, tienen apenas 17. El problema no está en la seguridad, está en la calidad", agregan.

En efecto, fuentes del sector apuntan a las subcontratas y a la contención de costes de personal como causas directas de las continuas averías e incidencias del material rodante, también en Barcelona.

"El viernes hubo un accidente en Barcelona que ya se verá o no si fue un error humano, técnico o de mantenimiento. El día anterior, el jueves, un tren regional se averió de camino a Lleida y tuvo que ser remolcado hasta Sant Vicenç de Calders. Son hechos que no trascienden, menos dramáticos, pero que dinamitan la red y la paciencia de los pasajeros", han concluido otras fuentes.