Se acabó. El pacto salarial para 2017 está “muerto”. Así se han expresado los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, este miércoles tras la última reunión con CEOE y Cepyme. El acuerdo no ha prosperado porque la patronal sigue sin incluir en él una cláusula de garantía salarial.
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha lamentado desde Burgos que el acuerdo de negociación colectiva esté “muerto” después de una simulación de “último intento” de la patronal. Según él, la CEOE acaba de presentar una medida aprobada hace tres meses: un aumento salarial que oscila entre el 1,2% y el 2%, más medio punto adicional en función del sector y empresa. Solo quedaba pendiente la “irrenunciable cláusula de revisión salarial”, según Álvarez.
Para Álvarez, “los convenios colectivos han superado ya esa subida”, por lo que a partir de ahora van a mirar ya a 2018, con la perspectiva de abordar cuestiones no sólo de carácter salarial, sino otras “que han quedado sin respuesta”. Los sindicatos pedían un alza del 1,8% al 3%, incluyendo esta garantía.
La seguridad, a escena
El secretario general de UGT quiere negociar una reforma del sistema de relaciones laborales, porque parte de los problemas del mercado de trabajo son fruto de no haberla abordado a fondo antes los diferentes actores. “Si alguien cree que con un proceso de degradación de las condiciones laborales y salariales es posible mantener la seguridad ciudadana, se ha equivocado”, ha dicho.
“No es casualidad que los países en los que hay un alto nivel de seguridad coinciden con un alto nivel de bienestar de los ciudadanos”, ha concluido.
Críticas a la patronal
En un comunicado conjunto posterior, los dos sindicatos han acusado a la CEOE de “negar el acuerdo”, de empezar “sin ganas la negociación y acabarla sin ninguna” y de mostrar una actitud “irresponsable” en un momento en el que el PIB crece por encima del 3%, y la inflación prevista se sitúa entre el 1,5% y el 1,9%.
Los sindicatos consideran que la actitud de las organizaciones empresariales en esta negociación “devalúa el proceso de diálogo social y asesta un duro golpe a la credibilidad de sus interlocutores”. “Es un hecho que nos provoca una profunda duda sobre futuros escenarios de concertación”, apuntan las centrales, que añaden que ello no cambia su convencimiento sobre la necesidad del diálogo.
Otoño caliente
Los sindicatos se quejan de que las organizaciones empresariales han sido “incapaces” de reconocer la necesidad de trasladar a las rentas salariales la recuperación de la economía española y de las empresas. Hablan de “falta de respeto”.
Tras el resultado fallido de las conversaciones para alcanzar el pacto salarial, los sindicatos han advertido de que la negociación colectiva se enfrenta a un “otoño difícil”. “Los sindicatos sabremos afrontarla con decisión y solvencia y, si fuera necesario, estudiaremos la convocatoria de una amplia campaña de información y movilización en defensa del salario, también del poder adquisitivo perdido ante el no acuerdo de 2017, el empleo de calidad y la protección social”, concluyen.