Núñez y Navarro ha reforzado los fondos propios de una de las filiales de la compañía con 5,7 millones de euros. La operación se ha ejecutado mediante dos ampliaciones de capital consecutivas de algo más de 2,4 millones y 3,2 millones de euros que han elevado la base de Societat de Arrendaments 2007 hasta los 257,6 millones.
Esta empresa depende de Josel, una de las principales participadas del gigante inmobiliario catalán. Su nombre ha transcendido tras los años de pugna judicial con el Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès (Barcelona) para poder construir en la zona de Torre Negra.
Una veintena de proyectos en cartera
La última operación corporativa confirma el elevado volumen inversor que ha recuperado el grupo familiar. La firma pisó el acelerador hace aproximadamente un año y cuenta con una veintena de promociones en curso, indican fuentes cercanas a la compañía.
Añaden que el refuerzo del capital no está vinculado a ninguna nueva operación en cartera.
Recuperación de Can Trias de Bes
El último proyecto anunciado fue la recuperación arquitectónica exterior de la masía Can Trias de Bes de Sant Joan Despí (Barcelona). Una edificación del siglo XVIII catalogada como patrimonio arquitectónico de Cataluña que se ha adecuado para ser arrendada como edificio de oficinas o como sede corporativa de una empresa.
La adecuación del espacio y de los jardines ha costado seis millones de euros a la firma inmobiliaria.
El superviviente del ‘ladrillo’
A diferencia de las grandes inmobiliarias a las que la crisis del ladrillo barrió, Núñez y Navarro consiguió mantenerse a flote con cierta comodidad. Sus problemas vinieron por la condena del caso Hacienda contra José Luís Núñez Clemente y su hijo José Luís Núñez Navarro por haber sobornado a inspectores del fisco para eludir el pago de impuestos de los beneficios obtenidos por el grupo.
Grupo Núñez y Navarro tiene su cuartel general en la calle Comte d’Urgell de Barcelona. El balance consolidado del grupo correspondiente a 2015 incluye unos activos inmobiliarios de 1.215 millones y unos fondos propios de 562 millones, frente a unos pasivos bancarios de 646 millones.
Su cartera de inmuebles, compuesta por pisos, despachos, hoteles y naves industriales, le reportó unos ingresos netos de 116,6 millones. El flujo de caja subió a 34 millones y el beneficio neto, a 12,9 millones.