No rotundo del sector turístico. Las agencias de viajes y turoperadores rechazan la tasa a los excursionistas o visitantes de un día a Barcelona. La patronal ha anunciado el miércoles que recurrirá el impuesto a visitantes de un día si el ayuntamiento lleva a cabo la decisión del pleno y la hace efectiva.
Así lo ha anunciado Martí Sarrate, presidente de ACAVe, un día después de que la propuesta de Demòcrates prosperara en la comisión municipal de Economía. El directivo ha recordado que un gravamen así "supondría una doble imposición" ya que los turistas que la pagarían "ya abonan la correspondiente tasa turística donde pernoctan".
"Llegaremos hasta donde haga falta para defender los intereses del sector. Ello incluye, obviamente, la vía judicial si es necesaria", ha indicado Sarrate.
El máximo responsable de la patronal de agencias de viajes ha subrayado que Cataluña "aporta el 25,7% de turistas al global nacional". La cifra, ha agregado, significa que "no se puede penalizar sistemáticamente a los visitantes con medidas recaudatorias".
Dificultades operativas
Actores del sector aportan versiones más matizadas, pero igualmente críticas con el impuesto. "Seguramente repercutiría en el precio de los paquetes de los turoperadores, por lo que puede restar competitividad al destino", explica el gerente de una agencia de viajes que prefiere no revelar su nombre.
Quien sí habla libremente es Jaume Torres, gerente de Incoming, el turoperador de Tarannà Viatges. "A mi no me parece mal. Encaja con el espíritu de mi intermediario, que es el del turismo sostenible. El único pero que veo son las dificultades operativas", admite.
"No veo claro quién lo pagaría. ¿Los que viajan a Barcelona en autobús? Si es así, ¿qué pasaría con los que vienen en coche alquilado o tren? Cómo se cribaría?", continúa el profesional.
Una de las opciones, agrega Torres, sería el diálogo entre turoperadores y administración para implementar el cargo y explicarla al turista.
"Es una medida razonable"
Esta última tesis es precisamente la que defiende Pablo Díaz. El profesor de Estudios de Economía y Empresa de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC, por sus siglas en catalán) valora que "es una medida razonable para distribuir el peso de la huella del turismo".
Según el investigador, "la tasa es una buena idea siempre que la paguen también los cruceristas --el acuerdo de pleno del martes lo contempla--, ya que son los que más contaminan. Y siempre que se explique al turista para lo que sirve".
"La tasa turística en Cataluña, el Impuesto sobre las Estancias en Alojamientos Turísticos (IEET en catalán), ha funcionado bien. Se trata de informar al visitante de que está visitando un lugar saturado. Y ponerlo en conocimiento del uso que tendrá la recaudación del impuesto", concluye Díaz.