Los números rojos han obligado a Carat España a recomponer su deteriorada situación patrimonial. Su accionista único francés ha acordado reducir el capital de la filial española de 48 millones a 2 millones.
De la citada poda, 29,6 millones se aplican a compensar quebrantos de ejercicios anteriores, que ascienden en el balance a 27 millones. Los restantes 16,4 millones del capital amortizado se destinan a reservas.
Cuatrienio negro
Carat España lleva cuatro años con déficit en sus cuentas. En 2015 tuvo unas ventas de 278 millones y encajó una pérdida de 1,7 millones.
El máximo ejecutivo de la empresa en España es Erik Häggblom. Carat cuenta con una plantilla de 217 empleados.
La compañía se proclama “la agencia global líder del mercado digital y en soluciones diversificadas”.