El consistorio barcelonés tiene una nueva baza para arremeter contra Aguas de Barcelona: pretende reforzar la lucha conta la pobreza energética reduciendo el precio de la factura del agua de las familias sin recursos económicos eximiéndoles de la tasa de alcantarillado.Responde de esta forma a la acusación de la empresa mixta que gestiona el servicio en el área metropolitana (participada en un 70% por Agbar) que debía girar facturas a los que recibían la condonación del coste del servicio por falta de recursos con este impuesto y el gravamen de recogida de basuras que se cobra a todos los vecinos del AMB.
El nuevo capítulo en el conflicto entre el Ayuntamiento de Barcelona y el accionista mayoritario de la mixta lo ha presentado este miércoles en rueda de prensa la teniente de alcalde Laia Ortiz y el concejal de Energía, Eloi Badia. Una decisión que parte de la voluntad del gobierno municipal, según sus impulsores, que deberá pasar por la comisión de Economía y Hacienda de la semana que viene, primero, y por el pleno de julio, después.
Ahorro de 10 o 15 euros
Si se aprueba, se modificará la tasa de alcantarillado como medida urgente para afrontar la pobreza energética sobre un total de 7.476 hogares, una población de 18.690 personas. Se trata de una tasa que representa un coste de un 7% de la factura, lo que equivale a unos diez o 15 euros al año.
Badia ha negado que la presentación de esta intención de medida esté relacionada con las declaraciones de Martínez Lacambra, consejero delegado de Aguas de Barcelona, en las que pedía corresponsabilidad en los temas de pobreza. “Llevamos cinco meses trabajando con Agbar, ellos eran conocedores de nuestro trabajo, fuimos nosotros los que propusimos los cambios”, ha dicho el concejal.
Critica a Musa
“Somos los primeros que hemos hecho los deberes y los hemos hecho bien”, ha añadido, tras sostener que no se trata de “ensuciar una medida que deberíamos celebrar todos”. El concejal de Energía sostiene que, pese a que la tarifa del agua está bajando, Agbar sigue ganando dinero, 40 millones de euros en las últimas cuentas. Los beneficios de la empresa mixta origen del conflicto con el consistorio, obtuvo 27 millones de euros de beneficios (el 5% menos que el año anterior).
Badia también ha criticado que Musa, otra participada de Agbar responsable de facturar el coste de los contadores en el recibo del agua, no colabore en temas de pobreza energética. De nuevo, un dato erróneo. La compañía dispone de su propio fondo de solidaridad que hace años que está en marcha y que cubre todas las necesidades relacionadas con el servicio a las unidades familiares sin recursos económicos. El año pasdo movilizó 2,2 millones.