¿Qué es lo que más preocupa a la hora de elegir una entidad online? Los clientes lo tienen claro: la seguridad que trasmite un banco es uno de los puntos más importantes. Está claro que nadie quiere guardar su dinero en un banco que podría estar en peligro.
Cuando nos referimos a la confianza que trasmite un banco a menudos nos viene a la cabeza su solvencia. Pese a ser uno de los puntos que determinan su infalibilidad, no es el único. La seguridad de las transacciones que realizamos en nuestro día a día también es algo que ha cobrado especial importancia en los últimos años, sobre todo, con la llegada de la tecnología, apuntan desde el comparador de productos financieros HelpMycash.com.
Al abrir una cuenta bancaria online, por ejemplo, no solo hay que fijarse en las condiciones y en las características del producto, sino también en si las transacciones estarán protegidas. Así lo refleja un estudio realizado por Mastercard Safety and Security Survey, en el que se asegura que el 95 % de los clientes eligen su banco teniendo en cuenta si dispone de las últimas tecnologías para proteger su información financiera.
Inversión en seguridad
En plena revolución tecnológica financiera, puede dar la sensación de que las entidades se quedan por detrás de otras empresas en cuanto a implementar las últimas tendencias. Aunque sí es cierto que, en ocasiones, tardan en incorporar las últimas innovaciones, según el estudio Financial Security Risks de Kaspersky Lab y B2B International, los bancos invierten hasta tres veces más que las empresas no financieras en mejorar la seguridad tecnológica para ofrecer a sus clientes la máxima protección a su dinero.
Pero, a pesar de estos esfuerzos para mejorar la seguridad, los peligros de la red siguen estando a la orden del día, ya que cualquier novedad puede ocasionar nuevos ciberataques. En este punto, no solo es importante el papel que desempeña la banca, sino que los usuarios también tenemos parte de responsabilidad.
A la hora de gestionar nuestras finanzas por Internet, debemos ser extremadamente cuidadosos. Uno de los ataques más frecuentes y que podríamos evitar es el pishing, que afecta a casi a la mitad de los usuarios de la banca online. Este ataque consiste en suplantar los datos de una persona o una empresa de forma que pueden adueñarse del dinero.
Modificar los hábitos
En esta nueva coyuntura, las opciones para operar con nuestro dinero son muy diversas. Continuamente surgen nuevos métodos que nos permiten abrir una cuenta bancaria sin movernos de casa o servicios que autorizan pagos al instante.
Pero este amplio abanico de posibilidades parece que no acaba de calar del todo entre la sociedad, sobre todo en lo relativo a los pagos online. Así lo afirma un informe realizado por el Observatorio de Digitalización Financiera (ODF) en colaboración con KPMG llamado El nivel de madurez digital del sector financiero en España, donde se expone que un 62 % de los usuarios de la banca no utilizan los medios de pago online, principalmente, porque no confían en su seguridad y prefieren los pagos en efectivo. No obstante, sí se muestran dispuestos a modificar sus hábitos para aprovechar todas las opciones que se ofrecen desde las fintech. Eso sí, casi nueve de diez usuarios solo lo harían si estos nuevos métodos de pago prometen una mejora de la seguridad.