El fondo de reestructuración ordenada bancario (Frob) ha reconocido este viernes que cerró 2016 con unas pérdidas de 1.693 millones de euros. Unos números rojos que crecen el 11% si se comparan con los del ejercicio precedente. La depreciación de 2015 llegó a los 1.523 millones.
El organismo presidido por Jaime Ponce justifica esta cifra por la derivada de la fusión de BMN y Bankia. Ha reconocido en las cuentas del ejercicio pasado una pérdida de 916 millones en la participación de la primera. Se hace el cálculo a partir de los 825 millones que ha ofrecido el banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri por la entidad.
1.390 millones por la fusión
El fondo de rescate español controlaba el 65% de BMN. Tras la fusión, este paquete accionarial se sitúa en los 536 millones en lugar de los 1.453,53 millones que el Estado le asignó al cierre de 2015.
Algo parecido ocurre con BFA, la matriz de Bankia participada al 100% por el Estado. El Frob asume un deterioro de 474 millones en esta participación. La justifica por la reducción de las plusvalías en las carteras de renta fija del grupo.
Es decir, la fusión de los dos bancos controlados por el Estado ha provocado una depreciación de 1.390 millones en la cuenta de resultados del Frob.
Reducción de capital de Sareb
Otro efecto negativo en las cuentas del fondo público es su posición en Sareb. El banco malo de España ha generado un agujero de 155 millones al Frob tras la reducción del capital social que tuvo que ejecutar para reflejar en los fondos propios de la sociedad las pérdidas de los últimos ejercicios.
La operación implicó convertir en capital parte de la deuda subordinada que estaba en manos de los accionistas.
Garantías de la reestructuración
Por otro lado, el organismo registró un impacto negativo de 60 millones por movimiento de provisiones relacionadas con garantías que se otorgaron en los procesos de venta de las distintas entidades que participaron en la reestructuración del sistema financiero español.
Las que se otorgaron en NGC Banco aumentaron en 97 millones por las cláusulas suelo. En contrapartida, el esquema de protección de activos (EPA) ligado a la venta de Banco de Valencia bajó en 35 millones.
Operaciones financieras
El Frob indica en el mismo comunicado que su tesorería es “suficiente” para cumplir con los objetivos a medo plazo. Cuenta con 916 millones no comprometidos que están colocados en deuda pública y en cuentas corrientes remuneradas.
Cabe tener en cuenta que el organismo amortizó hace un año una emisión de bonos simples emitidos en 2011 por un importe de 2.505 millones. También ingresó una tasa que procedía de entidades de crédito y empresas de servicio de inversión para cubrir gastos de funcionamiento por otros 18 millones.
Pasivo y conversión de un crédito estatal
En cuanto al préstamo recibido por el Estado para financiarse, el Frob indica que el saldo a 31 de diciembre de 2016 ascendía a los 13.456 millones. Ha acordado convertir otro crédito de 3.000 millones que ha dado lugar a un saldo vivo de 10.456 millones que reducirá el pasivo e incrementará la partida patrimonial.
El organismo aclara que la conversión no supone una inyección de nuevos fondos, no afecta a la capacidad del Estado para recuperar las ayudas públicas concedidas y no tiene impacto ni en el déficit ni en la deuda pública.
Por todo ello, el Frob cerró 2016 con un activo de 14.354 millones de euros, un pasivo de 15.963 millones de euros y un patrimonio neto negativo de 1.609 millones de euros.