Marcha atrás del equipo de gobierno municipal de Barcelona con la creación de la funeraria municipal. BComú y PSC han frenado el proyecto de crear una empresa municipal de servicios funerarios por falta de consenso. De paso, han aprovechado una propuesta del Grupo Demócrata --la antigua CDC-- para tomar oxígeno en este terreno.

La rectificación se escenificó ayer miércoles en la comisión municipal de Presidencia. El bipartito avaló una propuesta de Demócratas para estudiar el rescate de alguno de los cuatro tanatorios que gestiona en concesión Serveis Funeraris de Barcelona (SFB).

La empresa semipública está al mando de las salas de vela de Les Corts, Sancho de Ávila --Almogàvers--, Collserola y Sant Gervasi. La prospección encargada por los grupos municipales analizará si es viable arañar alguno de ellos a SFB y, de paso, tomar una posición mayor en una empresa en la que el grupo Mémora controla el 85%.

"Inviable"

La decisión es diametralmente opuesta a los planes iniciales de BComú, que pretendía crear su propio operador público y construir un tanatorio desde cero en Montjuïc.

Desde el sector se aportan dos elementos más. "La propuesta de Demócratas, que el ayuntamiento ha avalado, es inviable. No tiene recorrido porque supondría demasiado dinero para las arcas municipales", han explicado fuentes de la industria.

Los expertos consultados recuerdan que el fondo Ontario Teachers se ha postulado para comprar Mémora por 400 millones, como avanzó El Economista.

"Serveis Funeraris no permitirá el rescate de sus mejores tanatorios. No se quedará con las concesiones de los equipamientos menos rentables. Venderá un paquete o nada. El precio para el ayuntamiento será demasiado elevado", agregan.

Cuestión de competencia

Las mismas fuentes recuerdan que la gestión de los tanatorios está vinculada a la primera venta de Serveis Funeraris de Barcelona. Se completó en 1998, por lo que la empresa público-privada tiene la concesión de los cuatro equipamientos hasta 1998.

"Hay otra cuestión. En términos de mercado, la propuesta, si llegara a cristalizar, tendría visos de ser anticompetitiva. El ayuntamiento pasaría a gestionar los cementerios, la cremación --pues el horno funerario de Sant Adrià de Besòs sigue encallado-- y los servicios funerarios".

"En otras palabras: todo el ciclo de la muerte en Barcelona tendría participación municipal", han indicado otras fuentes.

Salida para Eloi Badia

Aunque sea impensable para el sector, el hecho de estudiar la operación da oxígeno a BComú. El partido de gobierno de Ada Colau y, sobre todo, de Eloi Badia, concejal de Presidencia, avanzó que no continuaría con la propuesta de funeraria pública si no se aprobaba en el Pleno de junio.

A una semana de la reunión del plenario, el edil no ha concitado los apoyos necesarios. La iniciativa no figuró siquiera en la comisión previa al Pleno, que se celebró ayer miércoles. "Sigue sin haber consenso", confirmaron fuentes municipales.

Por ello, la propuesta de Demócratas, paradójicamente, constituye una salida airosa para Badia, gran valedor del proyecto de operador funerario público.

"Es un chute de la pelota hacia adelante. Salva la cara al equipo de gobierno municipal y da cierto compás a la oposición. Gana todo el mundo y la situación no se enmaraña más", apostillan las fuentes consultadas.