Coincidió con el cambio de hora del domingo 26 de marzo. Los taxímetros tenían que adaptarse de forma automática pero no fue así. Lo que en principio era un simple problema de software destapó una instalación, que los Mossos d’Esquadra tildan de fraudulenta, que afectó a más de 2.000 taxímetros.

El entramado, investigado por la policía, se sitúa en Sant Martí, donde se encuentran dos de los protagonistas, según recoge Metropoli Abierta. Por un lado, la empresa Taxitronic, que desarrolla software para taxis y Taxímetro Barcino, que instalaba un programa falso basado en el de la empresa.

Según el mismo periódico, en Barcelona hay cuatro o cinco talleres en los que se manipulan, instalan y reparan los taxímetros mientras que cuatro fabricantes actúan en la capital.

La unidad de investigación de Sant Martí sigue la pista de dos trabajadores que instalaban un software por 20 euros y que además, no era de su propiedad y estaba obsoleto. Así hasta un total de 2.000 taxistas se han podido ver afectados por este fraude