La cofundadora de Holaluz, Carlota Pi, fue la única emprendedora española seleccionada para el programa Blackbox Connect Female Founders Edition, impulsado por Google for Entrepreneurs, donde presentó su proyecto a inversores de Silicon Valley.
Con una facturación en 2016 de 100 millones de euros y más de 90.000 clientes en España, la comercializadora de electricidad verde está trabajando en el proyecto piloto de autoconsumo para la instalación de placas fotovoltaicas y sistemas de almacenaje de energía en casas y empresas.
Están convencidos de que, en 10 años, todos los usuarios producirán su propia energía con sistemas de autoproducción que se considerarán como un electrodoméstico más.
—Pregunta. ¿Son la compañía rebelde de electricidad?
—Respuesta. No tenemos ningún componente revolucionario, nuestro propósito no consiste en cargarnos el statu quo sino en hacer las cosas bien, de forma diferente y consecuentemente. Queremos ayudar y liderar la transformación energética.
—¿Cómo se consigue?
—Para liderar esta transformación debemos construir una confianza con nuestros clientes. No vendemos luz, vendemos una relación con ellos. Para construir esta confianza es necesario un trato humano, honesto y cercano y esta es nuestra única herramienta para lograrlo.
La cofundadora de Holaluz Carlota Pi / Holaluz
—Apuestan por unas facturas entendibles...
—Una de las cosas que genera confianza es saber por lo que pagas. Por ello es importante saber por qué tienes una factura y no otra. Sólo se trata de explicar bien las cosas con el foco adecuado. Si intentas contar una factura como receptor te sale una factura comprensible y entendible. Si hay cambios o alternaciones puedes contarlas y reflejarlas en las facturas o bien notificarlas con un correo explicativo como hacemos nosotros.
—¿Sin sustos?
—El precio que tú ves es el que es, sin trampa ni cartón. La competencia ofrece cosas que no se pueden comprar o bien descuentos que no sabes cuánto tiempo durarán. Al final, ves que el ahorro no es tanto o incluso que ni siquiera hay ahorro. Nosotros somos completamente transparentes.
—¿Cómo se construye Holaluz?
—Queríamos hacer una compañía del nuevo mundo, donde las personas se puedan desarrollar en su totalidad. Trabajamos por proyectos y por objetivos que se marca el propio trabajador y que consensúa con el resto del grupo. Existe flexibilidad horaria en todos los departamentos y queremos llegar a alcanzar el 100%. Nuestro objetivo, en este sentido, es el de generar un ecosistema y un ambiente propicio para que se puedan desarrollar los perfiles.