Los trabajadores del Grupo Zeta y la dirección de la empresa han vuelto a romper las negociaciones con las que trataban de ponerse de acuerdo sobre los mecanismos de reducción de costes laborales que pueden garantizar el futuro del holding periodístico.
El viernes pasado, Agustín Cordón y Conrado Carnal, consejero delegado y director general, respectivamente, dieron por terminadas las conversiones. Abandonaron la mesa tras negarse a presentar garantías de que Antonio Asensio, el propietario del grupo, y el personal directivo que está fuera de convenio también participaran de los sacrificios que afectarán a los trabajadores.
Negociar uno a uno
La empresa incluso rechaza excluir junio de los meses afectados por los eventuales acuerdos, como tampoco se aviene a pactar las líneas generales de las indemnizaciones del personal que a corto y medio plazo sea despedido.
El comité de empresa sospecha que los planes de Cordón y Carnal pasan por recurrir a los despidos en goteo, de manera que no superen el 10% de la plantilla por trimestre, lo que obligaría a la empresa a presentar un ERE. Y, en consecuencia, a negociar de forma colectiva los términos, especialmente las indemnizaciones.
El laudo
Mañana, día 20, está previsto que la autoridad laboral dicte un laudo sobre el descuelgue del convenio que persigue Antonio Asensio si antes las partes no de han puesto de acuerdo.
En mayo, los empleados de El Periódico de Catalunya convocaron una huelga de cinco días; tras dos días de paro total, en los que por primera vez en sus casi 40 años de historia el diario no saliera a la calle, los trabajadores levantaron la protesta como acto de buena voluntad para retomar las negociaciones con la dirección.