El hecho de gestionar cuentas corrientes con los bancos es uno de los mayores problemas que suelen afrontar los parados. En el momento en que un trabajador se queda sin empleo puede perder también los derechos que le generan las cuentas que estaban vinculadas a su nómina o ingresos regulares. En efecto, llegará a eliminar todas las ventajas que llevaba aparejado este producto financiero desde su contratación.
Algunas de las ventajas que reporta la titularidad son la exención de comisiones, tarjetas de crédito o débito gratuitas y hasta la concesión de una línea de crédito en condiciones preferentes.
Pérdida del empleo, más gastos bancarios
La gran cantidad de parados en España ha propiciado que los bancos hayan lanzado con mayor decisión esta clase de productos. No se puede olvidar que el número de desempleados alcanza la cifra de 4.255.000 personas, lo que representa un 18,75% de la población. El departamento de análisis de Bankinter prevé que en 2018 la cifra será de 15,3%.
Como consecuencia de esta nueva situación de los clientes, a los problemas de falta de empleo se le añaden otros derivados de la pérdida de titularidad de las cuentas con las que venían disfrutando hasta estos momentos. Aparecen nuevos gastos que suponen quebraderos de cabeza para ajustar exiguos presupuestos familiares. La única solución consistirá en anular algunos de los productos contratados con la entidad financiera. Tarjetas, seguros para el hogar o fondos de inversión serán con toda seguridad de los que se tenga que prescindir para planificar las cuentas personales a partir de este momento. La situación financiera peligra al ser mucho más vulnerables y al entrar sus posiciones en números rojos.
Cuentas nómina sí, pero con la prestación del paro
Para que el paso por el desempleo no sea tan traumático se ofrecen unas cuentas que mantienen los servicios básicos de las ligadas a la nómina o pensión. En todos los casos están concebidas sin ninguna clase de gastos. A partir de cada una de las propuestas realizadas van incorporando nuevas prestaciones para los clientes. Por ejemplo, la devolución de un porcentaje de los recibos domésticos domiciliados o que se aplique sobre las ayudas oficiales que reciben los desemplados. Con unas aportaciones mínimas que oscilan entre 300 y 900 euros al mes.
Por domiciliar esta clase de ingresos a su cuenta, Abanca elimina todas las comisiones de sus principales operaciones bancarias. Bankinter incluso ha desarrollado la Cuenta No Nómina que está completamente exenta de comisiones y otros gastos en la gestión. Permite disponer de algunas de sus tarjetas de crédito de forma gratuita. El Banco Santander por medio de su Cuenta 1/2/3 también ha destinado una franja para desempleados. Cumpliendo con unas mínimas condiciones, los titulares pueden disfrutar de hasta el 3% de interés nominal anual del saldo diario y el mismo porcentaje de bonificación de los recibos domiciliados (luz, gas, o agua, entre otros). El único requisito consiste en tener domiciliados los ingresos por prestación por desempleo de al menos 600 euros al mes.
Devolución de hasta el 2% de las ayudas
ING Direct, por su parte, tiene habilitada la Cuenta sin Nómina que permite la eliminación de todos los gastos a cambio de domiciliar unos ingresos mínimos por desempleo de 600 euros. Como principal novedad, no es necesario mantener un compromiso de permanencia. La Cuenta Nómina impulsada por Openbank se caracteriza por solo requerir una transferencia mensual de al menos 900 euros
Otras entidades online incluso bajan las condiciones de los ingresos. Necesitan de domiciliaciones por un valor mínimo de 300 euros todos los meses. Con un 2% de devoluciones de recibos que se complementa con un plan de descuentos en compras y la exención total de comisiones. De esta forma manifiesta la propuesta que realiza Oficina Directa para captar el dinero de estos clientes.