Barcelona está de moda. El número de turistas que visitan la capital catalana aumenta año tras año y ya no sólo se limita a la temporada estival, sino que la demanda turística barcelonesa es muy elevada los 12 meses del año.
Ante una demanda creciente de alojamiento para estancias cortas, y pese a la lucha del ayuntamiento de la ciudad contra la gentrificación, el Instituto Coordenadas ha realizado un análisis para conocer los actores que participan en los alojamientos turísticos de la capital catalana.
El estudio, hecho en una de las principales zonas turísticas de la Ciudad Condal, descubre datos que pueden sacar los colores a los detractores de las plataformas online, y es que, el 80% de la oferta de pisos turísticos está gestionada por grandes grupos hoteleros e inmobiliarias.
El estudio
De los 200 apartamentos examinados sólo 35, el 12% del total, son ofrecidos a través de plataformas de contactos entre particulares como Airbnb, HomeAway o similares. Un dato revelador y alarmante para el Ayuntamiento de Barcelona y su alcaldesa, Ada Colau, que siempre se ha opuesto duramente a este tipo de plataformas, especialmente a la compañía norteamericana, y que ha rechazado el concepto de ‘economía colaborativa’ con el que Airbnb trabaja.
Otro dato revelador, es que más de un tercio de los apartamentos investigados pertenecen a sociedades inmobiliarias que tienen con objeto social la explotación de viviendas para el uso turístico. Este dato permite suponer que, aunque no se identifiquen directamente, una parte de estos apartamentos podrían pertenecer a grupos hoteleros a través de diferentes sociedades limitadas, pero con los mismos beneficiarios.
Para Jesús Sánchez Lambás, vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas “este análisis revela que una buena parte de la responsabilidad de la masificación turística de Barcelona recae sobre conocidos grupos hoteleros y que no se puede echar toda la culpa a las plataformas de alquiler entre particulares como se ha venido haciendo hasta ahora”.
La visión del futuro
Los resultados no engañan y hacen pensar que la estrategia hotelera que hoy vive Barcelona se remonta años atrás. 108 de los 200 apartamentos estudiados pertenecen a grupos hoteleros, como Hotel Casa Fuster, Hotel Sixty Two, Majestic Hotels o Derby Hotel Collections. Estos grupos se han sumado desde hace tiempo al negocio de los apartamentos turísticos para otro tipo de cliente, pero con las mismas comodidades y calidad que las habitaciones de hotel y bajo un reputado nombre.
Según estima Instituto Coordenadas, hace más de tres en años, antes de la primera moratoria de licencias para pisos turísticos lanzada por el ayuntamiento en 2014, los grandes grupos hoteleros ya habían detectado el potencial de crecimiento de este segmento e invirtieron en esta nueva oferta para posicionarse en el mercado de cara al futuro.
Esta estrategia ha sido finalmente muy ventajosa para el setor hotelero barcelonés, especialmente después de 2016, cuando se aprobó la moratoria para la creación de nuevos hoteles en la ciudad.
Los pisos turísticos han compensado las limitaciones impuestas por Ada Colau y “la falta de regulación en el sector de la economía colaborativa, no hace sino favorecer a día de hoy la concentración de pisos turísticos a manos de grandes grupos hoteleros sin abrir nuevas vías que permitan la inclusión de los particulares en este escenario”, ha señalado Jesús Sánchez Lambás.
Los analistas del instituto señalan la paradójica situación creada con todo esto, pues por una parte se limita la creación de hoteles, pero los hoteleros tienen suficientes vías de escape para superar esa situación, lo que lleva a que los objetivos de control del turismo y evitar la gentrificación de los barrios del centro no se cumplan.