La firma KPMG ha sido una de las multinacionales con más presencia en el evento MoneyConf celebrado en Madrid este martes y miércoles. Su responsable de Fintech y Blockchain, Pablo Orbiso, explica a este medio "el buen posicionamiento" que ostenta Madrid en el ámbito europeo en este sector y traza cuál puede ser el futuro de la banca tradicional y las nuevas fintech.
—Pregunta. ¿Cuál es el papel de KPMG en MoneyConf?
—Respuesta. Tenemos mucha relación con los organizadores, además de un acuerdo global que incluye distintos tipos de colaboración. Por otra parte, el mundo fintech, en lo que a mercados y servicios financieros se refiere, es absolutamente fundamental desde un punto de vista de transformación de la banca, y de otras entidades representativas del sector como el negocio de los seguros. Una firma como KPMG tiene mucho interés en estar presente desde el punto de vista de ayuda al sector.
—¿Qué servicios ofrecen al sector financiero?
—Tenemos un abanico de servicios dentro de la firma que van desde asesoramiento legal o fiscal —que puede ser tanto en relación al crecimiento de las start up como de multinacionales que puedan utilizar los servicios de ciertas fintech—, a la parte de transacciones y posibles adquisiciones… Nuestra actividad es muy significativa por la red de contactos nacional como internacional que tenemos y por nuestro conocimiento del mercado.
—¿Qué servicios ofrece KPMG a un emprendedor que empiece?
—Todos los que he mencionado. Si el emprendedor está buscando un inversor podríamos ponerle en contacto con inversores; si está buscando diseñar un plan de negocio, con crecimiento y posibles implantaciones en el modelo de negocio con otras entidades, podríamos ayudar a diseñar y poner en funcionamiento esta estrategia.
—¿Tienen datos de cuántas de estas ideas se transforman en negocios solventes?
—No tengo estos datos en la cabeza, pero nosotros estamos dispuestos a escuchar a todo el mundo y buscar un posible encaje según sus necesidades.
—¿En España hay centros de innovación punteros?
—Los principales centros están en San Francisco, Londres, Israel, Australia… Sí que es verdad que España es uno de los centros en Europa que tiene mayor relevancia, pero no somos el primero. Lógicamente en el mundo fintech contamos con una serie de entidades globales en nuestro país, tanto en banca como en el sector seguros, que son muy representativas.
—Los expertos dicen que Londres puede perder el liderazgo europeo con el Brexit. ¿Madrid tiene una oportunidad?
—Poder ser, puede ser. Si llega a serlo eso habrá que verlo. Durante los próximos dos años, Reino Unido será parte de la Unión Europea con pleno derecho. Hay que ver cómo acaba esta historia… pero si finalmente Londres pierde presencia, lógicamente Madrid va intentar beneficiarse como lo van intentar Fráncfort, París y otras capitales. Madrid tiene un buen posicionamiento y acceso a Latinoamérica que es un mercado muy destacado. Puede ser beneficioso para el sector financiero nacional.
—¿Cuáles son los retos del sector financiero en términos de transformación digital?
—Es difícil prever cuáles serán los cambios más significativos, pero yo creo que empezamos a vislumbrar que habrá una transformación de lo que ha sido el modelo de negocio tradicional de la banca y que, por tanto, es donde veremos mayores cambios: en la forma de interactuar con los clientes.
—¿Van a desaparecer las oficinas?
—Hay mucha gente que ve los canales físicos y digitales como algo separado, pero yo prefiero hablar de múltiples canales. Una entidad debe de ser capaz de dar servicio a través de distintos canales, porque cada cliente tiene necesidades diversas en función del momento. ¿Van a desaparecer? Yo creo que en los diez últimos años hemos visto —también por razones coyunturales— como el número de sucursales se ha reducido significativamente, pero no sé si van a desaparecer y habrá que ver, las que queden, para qué se utilizarán.
—¿Dónde se encuentran los productos financieros más interesantes?
—En líneas generales son los que ya teníamos, pero lo que pasa es que hay organizaciones, como pueden ser las fintech, que son capaces de hacer algunas funciones mejor y de forma más eficiente de lo que se ha venido haciendo hasta ahora.
—¿Por ejemplo?
—Con el servicio de pagos y transferencias. Hay fintechs que son capaces de dar una experiencia de usuario más cercana al consumidor y de forma más fácil, y lógicamente se están aprovechando de ciertas ineficiencias.
También en el mundo de la robótica, inversiones o en las criptomonedas las fintech han visto oportunidades de hacer las cosas más acorde a las necesidades de los usuarios y se están aprovechando de lo que, diríamos, carencias existentes. Al mismo tiempo, la banca lo está viendo y está respondiendo.
Poco a poco vamos a ver una convergencia entre las fintech y la banca. Todos tienen sus fortalezas y en colaborar es, probablemente, donde hay más beneficios para todos.