Tras dos avisos de huelga, las entradas y salidas de mercancías en los puertos españoles se paralizaron el lunes. ¿Éxito o fracaso? La primera jornada de huelga de los estibadores triunfó en lo que a seguimiento se refiere: “Casi el 100%” de los trabajadores la secundó, según el Ministerio de Fomento y los sindicatos. Sin embargo, el objetivo de los paros —que la patronal acceda a garantizar la subrogación de los más de 6.000 empleados actuales—, continúa lejos.
La negociación colectiva, que los estibadores no consiguieron incluir en las conversaciones con el Gobierno, sigue encallada. La patronal Anesco es pesimista y no ve un final cercano después del punto de inflexión que marcó la última reunión que mantuvo con los representantes sindicales, con la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM) al frente.
La negociación se rompió, y todavía no se ha retomado. Mientras que algunas informaciones publicadas en los medios aseguran que el martes se producirá un encuentro entre ambas partes, fuentes sindicales del puerto de Barcelona aseguran que la patronal no los ha convocado.
¿División entre las empresas?
La posición de la patronal responde, según fuentes del sector, a una división entre las empresas de estiba. En los últimos días, una operación ha revolucionado el sector. Según El Confidencial, JP Morgan dejará en manos de la naviera china Cosco su operador en los puertos españoles, Noatum.
Las empresas estibadoras, según fuentes del sector, “siempre han estado de acuerdo en negociar y ya han firmado cuatro acuerdos marco; lo de ahora es un acuerdo más”. Sin embargo, la posición de Anesco, que desde el inicio del conflicto evita hacer declaraciones más allá de sus comunicados oficiales, sigue firme contra la subrogación total.
Impacto de la huelga
Después de la primera jornada, quedan otros siete días de huelga convocada, que se extienden en tres semanas de junio. El impacto en la economía española será muy notorio, ya que la gran mayoría de mercancías entran y salen del país por vía marítima. Los camioneros calculan pérdidas para el transporte terrestre en 2,4 millones de euros por día de parón.
Los puertos, por su parte, aseguran que las pérdidas para ellos desde que empezó el conflicto a finales de enero, son también millonarias. La inestabilidad y el miedo de las navieras a la huelga de estibadores han supuesto la desviación de barcos a otros puertos fuera de España, clientes que desde los puertos afirman que no recuperarán.