Este lunes, 5 de junio, ha empezado la primera jornada de huelga de los estibadores de todos los puertos de España. Los paros se han iniciado a las ocho de la mañana y se producirán en las horas impares hasta la misma hora del martes. La imagen en las terminales de carga y descarga de mercancías esta mañana es de grúas detenidas y poco movimiento.
Tras la amenaza de dos huelgas que terminaron por desconvocarse desde que empezó el conflicto a finales de enero, se ha producido lo que el Gobierno, los puertos y las empresas de estiba temían. La huelga está convocada en días alternos, que incluyen 48 horas seguidas de paros, durante las próximas tres semanas. Sindicatos y la patronal Anesco tienen previsto una reunión el martes para tratar de poner fin al conflicto.
Con la huelga, los empleados pretenden presionar a las empresas para que acepten garantizar el empleo de los más de 6.000 estibadores actuales después de que se haya liberalizado el sector. La patronal lo rechazó en las negociaciones de la semana pasada, por lo que se rompieron las conversaciones. El real decreto ley que aprobó el Congreso y que supone la reforma de la estiba no prevé asegurar la contratación de todos los trabajadores.
Fomento vigila los servicios mínimos
El seguimiento de la huelga en los puertos de Algeciras y Bilbao, según los organizadores, es total. En el de Barcelona, donde es un lunes festivo, fuentes de las instalaciones portuarias aseguran que no se nota el impacto al haber poco tráfico previsto durante todo el día. El Ministerio de Fomento ha creado un comité para seguir los paros y vigilar que se cumplen los servicios mínimos.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ya mostró la semana pasada la preocupación de que los paros fueran más allá de los convocados. Las acusaciones de huelgas encubiertas se han ido sucediendo a lo largo de los últimos meses, con las autoridades portuarias y las empresas denunciando marchas lentas y un descenso de la productividad.
La paralización del tráfico de mercancías por mar puede tener un gran impacto en la economía española. Según datos del Gobierno, un 78% de los productos que entran a España lo hacen a través de los puertos, así como un 57% de los que salen del país.