Zara está en el centro del debate sobre dónde terminan las inspiraciones y dónde empiezan las copias a diseñadores ajenos al grupo Inditex. Hace tiempo que encaja críticas en este sentido e incluso ha dado pequeños pasos para intentar hacer las paces con creadores independientes. Pero el malestar prosigue y no se queda en las dudas sobre la procedencia intelectual de sus prendas. Se extienden las dudas a los estilismos.
La marca más internacionalizada no se limita a tomar como referencia otros productos de gran demanda para sacar sus propias versiones low cost. En los últimos tiempos reproduce la forma de combinarlos con otras piezas e incluso el peinado o la pose de la modelo que lleva la prenda en cuestión para conseguir mayores ventas.
Prosigue la polémica con Laagam
Eso mismo ha ocurrido con ciertas referencias de Laagam. El gigante tiene bajo su foco el proyecto liderado por Inés Arroyo. La llamada influencer por sus más de 500.000 seguidores en las redes sociales se lanzó al mundo de la moda con sus propias camisas de “alta calidad”, tal y como indica en la publicidad que hace.
Crónica Global informó hace unos días sobre el parecido de ciertas piezas. Los fans de la marca se han puesto en contacto con el medio para denunciar que el grupo capitaneado por Pablo Isla también se ha inspirado en cómo Arroyo presenta estas piezas. “Es simple y llanamente una copia”, indicaba uno de los correos dirigidos a la redacción.
Tendencia del momento
Expertos del sector consultados evitan entrar en este debate. Reconocen, eso sí, que el extremo paralelismo entre ambas campañas en el fondo lo que da es un impulso a Laagam porque certifica que la marca de nuevo cuño se ha ganado un lugar en el sector. Un respaldo al proyecto de Arroyo.
Por otro lado, indica que Zara, igual que el resto de grandes marcas del llamado fast fashion, producen con base en las tendencias de moda del momento. Esta premisa implica de forma casi inevitable tomar como referencia las creaciones de nuevo cuño que más triunfan entre los prescriptores.
Cambio en los códigos de comunicación
Pero la eclosión de nuevas formas de comunicación también ha afectado al mundo de la moda. Ya no son sólo las grandes firmas las que tienen presencia en los medios de comunicación más influyentes, verdaderos tótems en el sector. Pequeños diseñadores ganan relevancia gracias al nuevo poder de las redes sociales.
Aseguran que el caso de Arroyo es ejemplo de ello. Una persona con poder para ejercer de altavoz da el salto al diseño. Lo más complejo es el triunfo en el lodazal que representa el mundo de la moda. Pero auguran cierto éxito de Laagam.
Por lo menos, ha pasado por la prueba de ser copiado por uno de los grandes (que por otro lado han hecho accesible la moda a todos los bolsillos con el consiguiente impacto en el consumo). Y no sólo con sus prendas.