Cuando nos disponemos a viajar al extranjero, desde los medios de comunicación y blogs especializados se nos anima a llevar una tarjeta de crédito en la cartera, pues es un instrumento que nos puede ser muy útil si necesitamos un dinero extra para pagar un gasto imprevisto.
Además, con estos plásticos podemos cubrir otros contratiempos surgidos durante nuestras vacaciones, pues muchos de ellos incluyen seguros de accidentes y asistencia en viajes que pueden protegernos en situaciones como la pérdida de equipaje, los costes médicos o, en algunos casos, incluso los secuestros en medios de transporte.
Tarjetas que cubren cualquier incidencia
La cobertura más habitual de estos seguros gratuitos vinculados a las tarjetas de crédito (y con la que nos podemos ahorrar más dinero) es la de los gastos médicos en caso de accidente en el extranjero. Por ejemplo, si sufrimos algún daño en otro país y hemos pagado el viaje con la tarjeta WiZink Oro, su seguro cubrirá los gastos médicos, farmacéuticos, de hospitalización y de ambulancia hasta un límite de 45.000 euros.
Otras situaciones que también suelen cubrir los seguros de accidentes y asistencia en viajes son las que tienen que ver con incidencias imprevistas como la pérdida del equipaje o el retraso o la cancelación de nuestro transporte. Por ejemplo, el seguro de la tarjeta Visa EVO Finance clásica nos compensará con hasta 407 euros en concepto de alimentos, alojamiento o gastos de viaje adicionales si nuestro billete de avión, de tren o de ferry se retrasa o se cancela y no se pone a nuestra disposición un vehículo alternativo en las ocho horas siguientes.
Pero las coberturas no acaban ahí: algunas tarjetas como la mencionada WiZink Oro incluyen seguros gratuitos que pueden indemnizarnos en situaciones menos frecuentes, pero igualmente inconvenientes. Por ejemplo, si viajamos en taxi en el extranjero y nos llevan a otro destino, el seguro de accidente y asistencia en viajes de este plástico incluye una cobertura especial por secuestros de medios de transporte por el que recibiremos una compensación de hasta 6.000 euros.
Los imprevistos económicos, a ralla
Otra ventaja de viajar con una tarjeta de este tipo en la cartera es que, ante cualquier imprevisto económico, podemos obtener financiación instantánea. Asimismo, estos plásticos nos ofrecen dos maneras de devolver el dinero usado para que podamos escoger la que nos resulte más conveniente: reembolsar todo el crédito usado en un único pago a fin de mes sin intereses o devolverlo en cuotas mensuales, en cuyo caso sí se aplica un interés que suele rondar el 20 % TIN.
Además, algunas tarjetas de crédito nos ofrecen una mayor flexibilidad de pago para que podamos cubrir cualquier gasto que nos sorprenda durante nuestro viaje. Es el caso de la Tarjeta Después de BBVA, que permite ampliar el límite de crédito asignado hasta en un 20 %. Este producto también nos da la opción de diferir el pago hasta en dos cuotas mensuales cada año, es decir, aplazar el abono hasta el mes siguiente.