Colonial ha dado este martes el paso definitivo para convertirse en una sociedad anónima cotizada de inversión en el mercado inmobiliario (socimi) y aprovecharse de las ventajas fiscales de esta estructura societaria. El grupo presidido por Juan José Brugera ha informado tras el cierre de los mercados que propondrá a los accionistas la conversión mercantil en la junta ordinaria convocada para junio.
Explica que, si se aprueba el cambio de régimen, la empresa se beneficiará de una reducción de la tasa impositiva efectiva al 0%; mejorará el cash flow y obtendrá de forma inmediato un impacto de 72 millones en los fondos propios por el descenso de las provisiones.
Escudo fiscal vigente
Mantiene que se podrá usar sin modificar el “escudo fiscal” de la inmobiliaria. Un saldo a su favor de 1.300 millones que se usaría en el caso que fuera necesario para estructurar operaciones de inversión o desinversión.
El consejo de administración intenta convencer a los accionistas que la mutación será favorable por la valoración de las socimis en los mercados. Indica que se podrán atraer a “inversores institucionales que únicamente adquieren acciones” de compañías de este tipo. Por lo que auguran un aumento de liquidez de los títulos de Colonial.
Calificación de Moody’s
“La conversión al régimen de socimi supone un paso más en la vuelta a la normalidad”, indica en un comunicado el consejero delgado de la inmobiliaria, Pere Viñolas. Declara que no se cambiará ni la estrategia corporativa ni el plan empresarial vigente, centrado en consolidar y ampliar su presencia en los mercados de oficinas de Barcelona, Madrid y París con un endeudamiento moderado.
Un perímetro que ha propiciado que Moody’s le acabe de notificar, según informa la empresa en la misma nota, que le asigna una calificación crediticia de Baa2 con perspectiva estable. Una nota positiva que le sitúa en el rango de inversión en el sector.