Los trabajadores de El Periódico de Catalunya han desconvocado la huelga la madrugada de este jueves. Han llegado a un principio de acuerdo con la dirección del Grupo Zeta, según declaraciones del presidente del comité de empresa, Antoni Fuentes, a Crónica Global.
La principal consecuencia del pacto, que se deberá ratificar en asamblea este jueves por la tarde, es que el diario volverá a los quioscos a partir del viernes. “Después de tres días de parón total, somos periodistas y ya teníamos ganas de volver al trabajo”, declara el sindicalista.
La protesta estaba convocada entre el 15 y el 19 de mayo contra la rebaja del 16% de los salarios y la sospecha de un expediente de regulación de empleo (ERE) en ciernes.
Complicada negociación
Las negociaciones no han sido sencillas, indica Fuentes. Asegura que fueron los propios trabajadores los que tomaron “la iniciativa” porque la dirección “no reaccionaba, como si les diera igual la situación”.
El acuerdo contempla la devolución de 200.000 euros a los trabajadores del medio de comunicación entre este viernes y finales de mayo. Esta cantidad corresponde al reembolso de la rebaja salarial que se aplicó entre 2012 y 2014 y que se debía recuperar en el salario del pasado abril. Pero la dirección de El Periódico incumplió el pacto, que pasaba por revertir la medida si la situación económica del grupo era favorable, y generó el conflicto laboral.
El comité de empresa propone que el decano del colegio de abogados de Barcelona, Oriol Rusca, asuma el papel de mediador y se abre una nueva etapa de diálogo en la empresa.
Alta participación
En cuanto al seguimiento de la huelga, Fuentes señala que el nivel de movilización ha sido “inesperado”. Cerca del 90% de los trabajadores participaron en la propuesta. “Algunos de los que decidieron no hacer huelga el lunes lo hicieron los demás días”. Manifiesta que el miércoles, el segundo día, sólo entraron en la redacción el director y dos jefes de sección.
El Periódico de Catalunya salió a la venta por primera vez en octubre de 1978. Desde entonces, el rotativo se había vendido de forma diaria y sin parones. Se trata de la primera ocasión en su historia que la edición no llegó a las máquinas impresoras.