El Periódico de Catalunya y el diario deportivo Sport no han acudido esta mañana a su cita con los lectores en los kioscos. El 90% de sus redactores y del personal de administración secundaron ayer la convocatoria de huelga de sus comités de empresa en cumplimiento de la votación de las plantillas, que por un 80% de los votos apoyaron la propuesta: cinco días de huelga entre el 15 y el 19 de mayo.
La ausencia de ambas cabeceras en la calle coincide con la suspensión --aplazamiento, en palabras de la empresa-- de la gala del Català de l’Any, el evento con el que el Grupo Zeta, editor y propietario de los dos diarios, distingue a personajes destacados de la vida social de Cataluña.
Tensiones con la dirección
La primera jornada de huelga se desarrolló ayer con normalidad, excepción hecha de los momentos de tensión que se vivieron a la puerta de las redacciones, donde los huelguistas concentrados recriminaron a los periodistas que no siguieron el paro. Se trata, en el caso de El Periódico, de su director y de seis miembros del staff; otros seis se adhirieron a la protesta.
Con esos efectivos, el diario no pudo imprimirse en su versión de papel, aunque sí mantuvo una mínima actualización de su web.
¿Qué hacer con el grupo?
La protesta es el resultado de las dificultades que vive el grupo desde el inicio de la crisis económica, cuando el hijo del fundador no pudo desprenderse de él. Después de tenerlo a la venta durante casi un año, en 2008 Antonio Asensio Mosbah implementó una primera reducción de plantilla de 600 personas. Cuatro años después aplicó una rebaja salarial del 8%, al que se añadió otro recorte del 8% en 2014 en paralelo a un ERTE de una reducción de jornada. Durante todo el periodo, la empresa ha implementado un goteo constante de bajas a través de diversas vías.
La dirección del Grupo Zeta, que no aplicó el último recorte salarial a sus directivos, ha incumplido el compromiso de restituir los salarios en 2017. Al contrario, el plan de negocio que ha sometido a la banca con la que mantiene una deuda de casi 100 millones incluye una petición adicional de recursos para eliminar otros 200 puestos de trabajo.
Clientes cautivos
El primer accionista del grupo es el propietario de la inmobiliara que alquila sus locales a los diarios. En 2014, y como gesto de buena voluntad, congeló las rentas --unos alquileres que el comité de empresa denuncia que están fuera de mercado porque El Periódico y el Sport son clientes cautivos--, pero en 2017 las ha restituido a lo que Asensioentiende como normalidad.
En esa situación, las negociaciones son inexistentes en la práctica. Los bancos se resisten a cortar la financiación porque en caso de liquidación sufrirían un quebranto de casi el 80% de la deuda contraída. El grupo editorial lo fía todo al resultado de las negociaciones con los acreedores y la consultora Deloitte. Y la plantilla se encuentra con un interlocutor que no mueve ficha más allá de descolgarse del convenio rompiendo el compromiso adquirido y que, como hace con los acreedores, parece esperar a que la situación madure por sí sola.