Cementos Molins ha ganado 21 millones de euros en el primer trimestre, un 33% más respecto al mismo periodo de 2016. El crecimiento del grupo con sede en Sant Vicenç dels Horts se debe a su negocio en México. Los ingresos han aumentado un 21% hasta marzo, impulsados por una mayor producción y unos precios más elevados.

La compañía abrió a finales de año una nueva línea de producción en su fábrica de Apazapan, en el sureste del país, que ha supuesto aumentar la capacidad de la filial mexicana en un 20%, hasta 1,4 millones de toneladas. La nueva planta de la cementera en Bolivia, Itacamba, también empezó a funcionar a finales de 2016 y aporta 0,9 millones de toneladas.

El resultado antes de impuestos y amortizaciones (Ebitda), aumentó un 27% con respecto al mismo periodo de 2016. La compañía tiene pendiente un proyecto en Colombia, con una planta en construcción, y la compra de las moliendas de cemento Lafarge-Holcim en Bangladesh