Parece que solo la entrada masiva de los robots en el mercado laboral puede evitar las jubilaciones a los 70 años. Un estudio del Instituto Aviva sugiere que la sostenibilidad financiera del sistema pasa por el retraso de la edad del retiro, tras analizar las modelos de 19 países.
El informe destaca que, si bien no es la única, el retraso de la jubilación es una de las medidas necesarias para sostener el sistema de pensiones, justo ahora que España ha de debatir el nuevo modelo. Algunos países, de hecho, ya están reformando sus legislaciones al respecto.
Esperanza de vida
En Australia, por ejemplo, se va a pasar de 65 años a 67 años; en Estados Unidos, de 66 años a 67 años, y en Irlanda, de 66 años a 68 años. Líneas similares han seguido Polonia, España o Dinamarca donde se va a ir incrementando de 65 a 67 años, indica el estudio.
En otros países, como Italia o Holanda, los incrementos se han ligado también a la esperanza de vida, lo que puede llevar esa edad legal de jubilación a rondar los 70 años. Y hay otros, como Suecia o Australia, que debaten ya superar esa barrera de los 70 años.
Frente a esto, se mantiene en los 60 años en países como China o Marruecos, con menor esperanza de vida y pirámides poblaciones muy diferentes a los de los países más desarrollados y envejecidos.
Acciones complementarias
Junto a ese camino de alargar la edad de jubilación, el informe apunta como tendencias comunes ajustar las cuantías de las prestaciones o compatibilizar los ingresos laborales y la pensión de jubilación.
Algunas soluciones para España podrían ser las cuentas individuales nocionales, un sistema en el que cada trabajador lleva apuntadas todas sus cotizaciones y que sirve para establecer su jubilación, o los fondos de ahorro obligatorios.