Un cambio en la gestión bancaria está a punto de revolucionar los pagos. Y es que las transferencias bancarias serán inmediatas, independientemente del día de la semana en que se emitan y de la hora, a partir del próximo 17 de julio. Nos referimos a las transferencias de toda la vida, las que a día de hoy tardan entre 1 y 3 días hasta que recibimos el dinero.
Todavía no se ha publicado mucha información al respecto. Lo que sí sabemos es que estarán limitadas a un máximo de 15.000 euros y se realizarán en menos de 10 segundos. La adhesión a este servicio es voluntaria por parte de las entidades, aunque la gran mayoría de los bancos españoles han anunciado que sí lo utilizarán (se puede consultar la lista completa de entidades en el portal de Iberpay). Pero la revolución de los pagos instantáneos va más allá: no se detendrán en las fronteras del país. A partir de noviembre, el servicio se extenderá a toda la zona SEPA (zona euro).
Dudas sin resolver
La implementación de las transferencias inmediatas, impulsada por European Payments Council, plantea muchas dudas, sobre todo ahora que estamos en plena revolución de los pagos instantáneos, un territorio que hasta ahora estaba dominado por las empresas fintech. Desde el comparador de productos financieros HelpMycash.com plantean algunas de las principales dudas que este nuevo servicio puede generar entre los usuarios.
Pese a que las transferencias en tiempo real supondrán un gran avance, lo cierto es que no se ha publicado mucha información al respecto. De hecho, para conocer las condiciones hay que acudir a la página oficial de pagos europeos, ya que los bancos no han publicado nada en su página web.
Esta situación deja al usuario con muchas dudas en el aire. Una de las más importantes es si el servicio será gratuito o, por el contrario, deberemos pagar para poder enviar dinero a tiempo real. En caso de que fueran gratuitas, también surge otra duda: ¿qué ganarán los bancos con esto?
Finalmente, habrá que esperar que todas las entidades de la Unión Europea adopten las transferencias inmediatas, ya que aún hay muchas que no se han pronunciado al respecto. Probablemente, se acaben uniendo todos los bancos, ya que, si un cliente detecta que su entidad no permite este servicio mientras que la mayoría sí lo hacen, podría empujarle a cambiar de entidad.
¿Y qué pasa con las 'fintech'?
Los bancos finalmente se han dado cuenta de la fuerte competencia y el peligro que suponen de todas estas empresas para su negocio. Hasta ahora, las fintech dominaban el sector de los pagos instantáneos, ya que eran las únicas que ofrecían la posibilidad de enviar dinero en tiempo real. Sin embargo, con la entrada de los bancos en juego, las reglas del sector podrían cambiar.
A diferencia de las pequeñas empresas, los bancos son un negocio que ya está consolidado, por lo que no tendrían muchas dificultades para promocionar estos servicios entre sus clientes. Ante esta situación, las empresas de pagos instantáneos tendrán que renovarse y ofrecer un valor añadido si quieren seguir formando parte de este sector, más ahora que se acerca una regularización que podría frenar aún más su expansión.