La nueva normativa de la Unión Europea sobre mercados financieros, MiFID II, entrará en vigor el 3 de enero de 2018 en todos los estados miembro. El objetivo, igual que la primera parte de la regulación, es aumentar la transparecnia en el sector. En este caso, el asesoramiento es el ámbito que centra la polémica directiva, aunque no el único.
En el sector hay consenso en que una de las consecuencias directas de esta nueva normativa será el aumento de costes para las entidades financieras. La falta de preparación tanto de instituciones como de mercados y de las propias entidades es otra opinión extendida. Las quejas en el sector provocaron el retraso de un año en la entrada en vigor de la directiva, que todavía no ha sido traspuesta a la normativa española.
Formación, tecnología y cumplimiento
“La MiFID II supondrá un incremento de costes importantísimo, no solo para los mercados sino también para los intervinientes”, considera Jorge Yzaguirre, presidente del Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF) y de la Fundación de Estudios Financieros (FEF). Así lo ha expresado la tarde de este miércoles en el primer Foro de Inversión organizado por El Español y Crónica Global en colaboración con Banc Sabadell, Andbank, Tressis SV, Natixis y Savills celebrado en la Bolsa de Barcelona.
La formación será una de las principales inversiones que deberán hacer las entidades, ya que la nueva regulación obliga a que los asesores tengan una certificación y una experiencia mínima. El presidente de la Asociación Española de Empresas de Asesoramiento Financiero (ASEAFI), Carlos García Ciriza, ha asegurado que esto supondrá para las entidades tener que invertir en tecnología y en capital humano.
¿Sobrerregulación?
Yzaguirre ha añadido otro elemento: el gasto en los departamentos de cumplimiento normativo. “Las secciones que crecen son las de cumplimiento normativo y cada vez hay menos gente en las entidades dedicadas al análisis, el asesoramiento y los productos”, ha dicho. Lo ha relacionado directamente con un exceso de regulación en el sector.
Ha coincidido con él Isabel Giménez, la directora general de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros (FEBF), también ponente en la segunda mesa redonda del Foro de Inversión, centrado en las implicaciones de la nueva norma comunitaria. “La prueba de que el programa regulatorio está cambiando es que las entidades financieras europeas están preocupadas por el exceso de regulación en comparación con otros sectores”, ha insistido.
Retos del MiFID
Otro elemento que preocupa entorno a la aplicación del MiFID es su implantación. La primera norma europea que reculaba el mercado financiero “no estaba mal diseñada, pero tuvo un problema de implantación”, ha afirmado Giménez. La heterogeneidad entre países, aunque la trasposición es directa y, por tanto, no habrá un periodo de adaptación, estará presente.
De momento, la norma no está traspuesta a la ley española, tal y como ha recordado Yzaguirre. La fecha límite para que los países miembro lo hagan es el 3 de julio, seis meses antes de su entrada en vigor. Las entidades pedían más retraso que el que ya se impuso de un año. El presidente de la IEAF y de la FEF ha sentenciado: “La idea general es que ni instituciones, ni bancos, ni mercados están preparados para la llegada de la MiFID II”.