Abertis no estaba en venta, pero la llamada a la puerta de Atlantia ha sido como mínimo oportuna. Así lo relatan fuentes conocedoras de la operación. Añaden que el vicepresidente del grupo, Francisco Reynés, solo se ha reunido "en un par de ocasiones" con los directivos de la gestora de infraestructuras italiana. Llega en un momento en el que el negocio de las autopistas en España se agota y obliga a la internacionalización.
Los mismos interlocutores señalan un hecho que marcó un antes y un después en la actividad, el contencioso abierto con el Ministerio de Fomento por la compensación de tráfico en la autopista AP-7. La cotizada presentó el recurso en 2011 y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid le dio la razón hace un mes. La última palabra la tendrá el Supremo, pero más allá de si cambia o no el sentido del fallo, ha tensado las relaciones entre la Administración central y la empresa.
Menos tráfico
Además, el tráfico rodado por vías privadas aún no se ha recuperado de las consecuencias de la crisis. En los últimos meses ha mejorado, pero sigue lejos de las previsiones que se hicieron antes de 2008.
Las fuentes consultadas indican que ha habido un cambio de hábitos. El futuro pasa por un menor uso del vehículo privado y, en consecuencia, con menos negocio para las concesionarias viarias, el sector en el que Abertis se ha centrado en los últimos años. Hizo caja con los aeropuertos y los satélites que controlaba (Eutelsat) y segregó el floreciente negocio de torres de telecomunicación en la cotizada Cellnex y la gestión de parkings en Saba.
Modelo por definir
España tiene pocas carreteras de alta capacidad de pago respecto a otros países vecinos --21% frente al 80% de Francia o Italia, tal y como recordó el presidente del grupo, Salvador Alemany, en la pasada junta de accionistas--. El máximo directivo de Abertis ha pedido de forma recurrente una homogeneización del modelo de gestión de autopistas, pero no parece que el Gobierno quiera abordar el debate. Como mínimo, no a corto plazo.
Primero debe resolver si recupera el control o mantiene el modelo de concesión en las vías que vencen y busca los apoyos políticos necesarios para llevar a buen puerto su plan. Ni siquiera ha decidido cómo sacará a concurso las autopistas rescatadas. Si las agrupa o las licita de forma individual.
Abertis se ha desmarcado de la puja por las infraestructuras. Tiene una participación minoritaria en algunas de las vías quebradas que ha sido provisionada por completo.
Internacionalización
Este escenario llevó a que en los últimos años, bajo la tutela de Reynés, la cotizada se centrara en asegurar su viabilidad por negocios fuera de España. El 34% de los ingresos viene de Francia; el 26%, de España, el 15% de Brasil e Italia. Puso de nuevo el pie en esta zona hace tres meses.
La OPA frustrada sobre Atlantia en 2006, que se emitió en el sentido contrario al actual, llevó a su salida de Italia cinco años después. Regresó en los últimos meses de 2016 con la compra del 51,4% de la concesionaria de autopistas A4 Holding.
Sin el apoyo de la Fundación Bancaria La Caixa
Por todo ello, se escuchará la oferta que debe perfilar Atlantia, controlada por la familia Benetton. La empresa italiana admitió ante agencias internacionales su interés “preliminar” en la compañía española. Matizó que la oferta pública de adquisición (OPA) aún no se ha presentado a su consejo de administración.
Desde Roma se espera que la operación sea amistosa. Por el momento, no cuenta con el visto bueno del principal accionista de Abertis, la Fundación Bancaria La Caixa (22,25% del capital). Criteria, la titular directa de la participación, mira con mucha calma y sin demasiado interés la pretensión del grupo transalpino. Aún tienen presente el absoluto fracaso de la OPA de 2006.
Fondos de inversión
El éxito de Atlantia dependerá básicamente de los fondos internacionales que tiene en el accionariado. Como Capital Group (12%), Lazard Asset Management (3,5%) o BlackRock (algo más del 3%). Será capital el precio que la italiana ofrezca por los 990.381.308 títulos en circulación.
El anuncio de la operación en ciernes disparó la cotización de Abertis el 6,6% hasta los 16,29 euros, momento en el que la CNMV decidió suspenderla hasta el fin de la sesión. La comisión ha acordado la vuelta a la cotización de Abertis a las 8.30 de la mañana de este miércoles. La capitalización del grupo con sede en Barcelona ascendería con estos valores a los 16.138,3 millones de euros.
El grupo italiano roza los 20.000 millones de valor en el parqué de Milán. Cedió el 3,79% tras reconocer su interés en la firma española.