La mejora del 7,9% de los ingresos tributarios prevista por el Gobierno para 2017 responde a que el crecimiento del PIB que será "superior" al 2,5% que el propio Ejecutivo ha previsto en los Presupuestos Generales para este año y a un aumento en la creación de empleo y, por consiguiente, del aumento de las cotizaciones.
De hecho, el Banco de España calcula que el PIB crecerá un 2,8%, tres décimas más que la previsión oficial.
Una cifra moderada
En rueda de prensa en el Congreso para presentar el proyecto de ley presupuestaria, Cristóbal Montoro ha señalado que "cuando el Gobierno dice que introduce como previsión de crecimiento una cifra que es moderada, quiere decir que el Gobierno espera que el crecimiento en término reales sea superior" al 2,5% estimado para este ejercicio.
Montoro ha indicado que dado que este año habrá inflación, el deflactor del PIB tendrá un mayor peso, para lo que ha subrayado la importancia de que el PIB previsto (2,5%) sea superior al deflactor (1,6%), y ha destacado que con el transcurso del ejercicio 2017 las previsiones internacionales sobre la economía española van mejorando.
Sociedades, el que más crece
En detalle, se prevé un aumento del 6% en la recaudación en impuestos directos, hasta los 106.617 millones, gracias al aumento de ingresos en IRPF (+7,7%) y sociedades (+12,6%); y un alza de la recaudación en impuestos indirectos del 6,7%, hasta los 91.902 millones, derivado de los mayores ingresos por IVA (+7,3%) e impuestos especiales (+4,6%).
El titular de Hacienda ha explicado que el alza en las previsiones de ingresos por los impuestos indirectos se debe a "la recuperación del consumo", y ha achacado el repunte de la recaudación por los tributos directos a la mejora del empleo y a la creación de nuevas empresas.
Mejoran las cotizaciones
Además, ha señalado que la recaudación por cotizaciones de la Seguridad Social se ha elevado por encima del 5% en los dos primeros meses del año, lo que muestra que "es diferente del pasado", y ha augurado que a medida que mejoren los salarios, la situación de la recaudación vía cotizaciones será "muy diferente" a la de ejercicios anteriores.
En cuanto a la presión fiscal, Montoro ha destacado que el descenso registrado en 2016, cuando se situó en el 37,9% frente al 38,6% del año anterior, responde a que el Gobierno llevó a cabo una rebaja de impuestos "como nunca antes se habían bajado con esas intensidad". Para 2017, la presión fiscal se elevará tres décimas, al 38,2% del PIB.
El ministro ha señalado que la bajada del IRPF fue "el triple o cuádruple" que la de 2013 y que "nunca se ha tenido un Impuesto de Sociedades como el de ahora", con un tipo nominal del 25%. "En anteriores etapas el tipo estaba por encima del 30% y nadie decía nada", ha afeado Montoro a las críticas por la reforma de este gravamen a la actividad empresarial.