El conseller de Empresa y Conocimiento, Jordi Baiget, ha confirmado este martes que la Generalitat ha obtenido tres millones de euros limpios con la venta del 20% del capital que controlaba de forma indirecta en Ficosa Inversiones. Panasonic pagará 65 millones para convertirse en el accionista de referencia de la firma catalana de componentes de la automoción.
Esta cantidad equivale a los 50 millones en los que estaba valorada la participación pública más los intereses devengados hasta la fecha. Lo que implica una rentabilidad del 29% sobre esta base.
Crédito con Avançsa de 62 millones
Lo que se debe tener en cuenta es que el crédito participativo que firmó en 2009 Ficosa con Avançsa, el vehículo de inversiones industriales del Gobierno catalán, era de 62 millones. Se rebajó hasta los 50 millones en el momento de su capitalización, cuando Panasonic anunció que entraba en el capital de la compañía industrial en verano de 2015.
Con todo, se trata de una operación ventajosa para el Gobierno catalán. “Se ha demostrado la correcta actuación de la Generalitat en una época complicada para una industria importante”, ha recordado Baiget. En 2009, Ficosa estaba en el precipicio, afectada por la crisis internacional. Había comprado la unidad productiva de Sony en Viladecavalls (Barcelona) tras la deslocalización de la firma nipona.
Impacto productivo
En ocho años, y con el apoyo público, ha conseguido pasar página a este capítulo y captar a un nuevo inversor japonés como Panasonic. También ha superado la guerra entre las dos familias fundadoras, los Pujol y los Tarragó, primos hermanos, que se había abierto por el control de Ficosa.
Más allá de la contabilidad y las batallas accionariales, el consejero ha remarcado el impacto en la plantilla y en la transformación de una industria dedicada a fabricar espejos, retrovisores y cajas de cambio.
Cambio en la producción
Se ha pasado de los 550 trabajadores de 2009 a los 1.300 empleados, y de un equipo de 130 ingenieros a uno de 170 titulados, según los datos que ha dado a conocer Baiget. Además, tras la entrada de Panasonic la planta de Viladecavalls está centrada en desarrollar “productos de valor añadido en I+D de automoción”.
Ficosa quiere sobrevivir en un entorno en el que la industria ha emprendido un camino de transformación. Trabaja en ofrecer a sus clientes soluciones en el campo de la “movilidad eléctrica, conducción autónoma y conectividad”, en palabras de Baiget. Tres elementos clave para su supervivencia.