El sector bancario español, uno de los más afectados por la crisis económica, ha dado un cambio radical en los últimos tiempos. Tanto la reestructuración bancaria como la recuperación económica han ayudado a que el sector saliera fortalecido.
De los 45 bancos y cajas que existían en 2008, quedaron unos 15. No obstante, todo parece indicar que las reestructuraciones no fueron suficientes para revivir el sector financiero español y próximamente llegará una nueva oleada que dejará la red de bancos mucho más reducida. De hecho, el último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Estudios económicos de la OCDE: España 2017, considera que la banca española aún tiene margen para consolidarse y cerrar oficinas, lo que haría aumentar su rentabilidad.
Esta situación, sumada a los rumores de fusión de algunos bancos, ha generado un clima de preocupación e incertidumbre entre los clientes, que no tienen muy claro qué ocurriría si su banco fuese absorbido o fusionado con otro. Desde el comparador de productos financieros HelpMycash.com nos explican qué sucede cuando un banco es absorbido por otro.
Bankia – BMN y Popular, las incógnitas
Dos bancos que próximamente veremos fusionarse son Bankia y BMN. El FROB dio luz verde el pasado miércoles a una unión entre estas dos entidades, una operación que permitiría recuperar parte de las ayudas públicas que se inyectaron en ambas entidades.
Otros de los bancos que se encuentran en la lista de los posibles absorbidos son Sabadell o Popular. De hecho, ya se han desatado los rumores sobre quién se quedará con Popular y los tres bancos más grandes de España (Santander, BBVA y Caixabank) han mostrado cierto interés en absorberlo, aunque qué ocurrirá finalmente sigue siendo una incógnita.
Se mantienen las condiciones
Cuando dos bancos se fusionan o uno es absorbido por otro, la inquietud de los clientes, sobre todo de los de un banco absorbido, va en aumento. Una de las dudas que más se plantean es qué ocurrirá con los productos que tengan contratados en el antiguo banco.
Desde el comparador apuntan que los clientes de productos con plazos definidos (depósitos, hipotecas, préstamos…) pueden estar tranquilos, ya que un proceso de este tipo no supone ningún cambio en los contratos ya existentes. No obstante, cabe apuntar que sí suelen cambiar las condiciones y el número de la cuenta (avisando con un mínimo de dos meses de antelación) y, en algunos casos, de las tarjetas.
Por otro lado, una de las consecuencias más inmediatas es el cierre de oficinas para reducir costes o equilibrar el número de cajeros. Sin embargo, la red total de oficinas disponibles aumentaría. Por último, uno de los efectos más positivos que debería tener una fusión es el aumento de la solvencia de la entidad.