La batalla abierta entre los ingenieros técnicos de telecomunicaciones por el control de su colegio profesional cuenta con una dirección clave: el número 5 de la avenida Estocolmo de Benidorm (Alicante). En este edificio de apartamentos situado a pocos metros de la playa está radicada la patrimonial de este colectivo.
Constituida en 1974 con el nombre Edificios Estocolmo, hace siete años sus gestores ejecutaron un cambio de denominación social. Consta inscrita desde ese momento en el Registro Mercantil como Patrimonial de Ingenieros Técnicos de Telecomunicaciones.
2,1 millones de capital social
De forma paralela a la operación, en ese ejercicio se aprobó una ampliación de capital de 403.000 euros. Elevó hasta los 2,1 millones la base económica de la compañía. Los detalles del capítulo financiero mejoran esta cifra.
El volumen de activos que controla alcanza los 7,5 millones y su patrimonio neto los 7,3 millones. Ambos datos corresponden al ejercicio 2014, el último que se ha consolidado ante el regulador empresarial.
La compañía está centrada en la promoción inmobiliaria, aunque también está estructurada para gestionar alojamientos turísticos extrahoteleros. Una muestra de los negocios que se impulsaron desde esta sociedad, con apartamentos de lujo a disposición de los colegiados en Marbella y Benidorm, entre otros servicios.
Órganos de administración
Cuenta con un órgano de administración de 14 miembros encabezado por Matías Anageon. Isidoro García Alonso ejerce de vicepresidente y Tomás Ángel Pastor y Enrique Carrascal comparten el cargo de consejero delegado. Esta estructura fue ratificada a finales de enero de 2016.
El capital está repartido entre otras dos sociedades. La Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicaciones controla el 89% de las acciones y el Colegio Oficial de Peritos e Ingenieros Técnicos Industriales de Madrid el 11% restante, según los apuntes del Registro Mercantil.
División del colectivo
Tomar el control de esta compañía también motiva que se hayan enfrentado por el control del colegio profesional los partidarios de José Javier Medina, decano desde hace años, y los de Jorge de la Torre, el candidato que ha elevado la bandera de la renovación.
En un sector en el que la colegiación es obligatoria, la patrimonial se nutrió en un primer momento de las aportaciones de los ingenieros técnicos de telecomunicaciones. El colegio, como muchos otros, decidió destinar parte de sus beneficios en inversiones en ladrillo. Ha sido más prudente con esta política en los últimos años, especialmente desde el fin de la burbuja inmobiliaria. Pero no ha bastado para que Medina dejara atrás las críticas sobre su gestión que han llevado a la división actual del colectivo.