Jaume Casal, presidente de Crèdit Andorrà en una imagen de archivo y la sede de la entidad / FOTOMONTAJE DE CG

Jaume Casal, presidente de Crèdit Andorrà en una imagen de archivo y la sede de la entidad / FOTOMONTAJE DE CG

Business

La falta de beneficios de Crèdit Andorrà dispara las alarmas del Principado

Se prevé que estanque resultados, una situación que empujaría las fusiones que se preparan en la plaza financiera

17 marzo, 2017 00:00

Andorra ha encendido las alarmas por la evolución de su sistema financiero. Especialmente de la entidad que ha evolucionado de forma más positiva en la plaza: Crèdit Andorrà. El grupo tiene pendiente hacer públicos los resultados del cierre de 2016, pero crecen día tras día los rumores del frenazo en los beneficios que presuntamente reportará.

Nadie de Crèdit Andorrà los confirma ni desmiente. No se habla públicamente de la evolución del negocio en el año que acaba de terminar ni de otra de las consecuencias a las que se vería expuesto, el frenazo en el reparto de dividendos.

Problemas para los accionistas

Es un secreto a voces en el país vecino que el Instituto Nacional Andorrano de Finanzas (INAF) ha recomendado a la cúpula del banco, encabezada por Jaume Casal, que aplique una política conservadora. Incluso han traspasado fronteras. En España, El Triangle avanzó la preocupación de los principales accionistas de la entidad sobre esta decisión que les dejará sin una de sus principales vías de ingresos.

Sobre todo si se tiene en cuenta que aún no han amortizado los créditos que extendieron en 2006 para comprar el 46% de las acciones de la entidad. Estaban hasta la fecha en manos de La Caixa, que salió del Principado por dictado del Banco de España.

Informe anual de 2015

Los portavoces de Crèdit Andorrà han informado a este medio que “no se hace pública la política de dividendos”. Por lo menos, no hasta que publiquen el informe anual de cierre del ejercicio.

En 2015, el último ejercicio cuyos resultados se hizo públicos el pasado 30 de junio, se distribuyeron 20 millones de euros a cuenta del resultado de ese año. Fue entonces cuando se alertó de la trayectoria que empezaba a tomar el banco.

Frenazo de beneficios

Crèdit Andorrà cerró ese ejercicio con poco más de 72 millones de beneficios frene a los 71,6 de 2014. Un modesto avance de algo más del 0,5% que contrasta con el de años anteriores. El consejo de administración del banco aseguró entonces que esperaba una recuperación positiva para la economía del país a lo largo de 2016 y 2017 que, según la información que se ha filtrado, no se habría conseguido. Por lo menos con la intensidad que se esperaba.

En este órgano directivo están representadas las principales familias del país. Lo encabeza Jaume Casal Mor, y Antoni Pintat Mas ejerce de vicepresidente. El consejero delegado es Josep Peralba Duró y cuenta con otros cuatro consejeros: Rosa Pintat Santolària, Maria Reig Moles y Josep Vidal Marí.

Futuro del sector

Más allá del impacto económico actual, preocupa, y mucho, el futuro del sector bancario andorrano. Ha sido uno de los motores del país por sus servicios privados y por ejercer de paraíso fiscal. Pero la apertura del sistema dibuja un futuro complejo e incierto.

Si ni Crèdit Andorrà logra consolidar los beneficios en un ejercicio puente, el de 2016, el proceso de fusiones e integraciones que se espera en la plaza se avanzará, manifiestan fuentes del sector. Y lo hará en un momento que no es el más favorable.

Las fuentes consultadas señalan otra de las grandes losas que pesan sobre el reconocimiento internacional de la banca andorrana, el caso BPA. Tanto por como se inició como por su evolución, cuya pulcritud se juzgará en tribunales andorranos e internacionales. El resultado será otro golpe a la imagen del sistema financiero del país.